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Veinte años del Once Caldas campeón de la Copa Libertadores de América
Remembranza de un hito en el fútbol sudamericano obtenido por el equipo de Manizales.
El primero de Julio de 2004, en Once Caldas de Manizales logró un hito en la historia del torneo de clubes más importante de Sudamérica: la Copa Libertadores de América.
El triunfo fue considerado como una hazaña. Esto por tratarse de un equipo sin tradición copera, con un plantel limitado, un técnico joven y poco fogueado internacionalmente como Luis Fernando Montoya y un club que ante sus limitaciones optó por diseñar un esquema defensivo como pocos en la historia del certamen continental.
Estos ingredientes lo llevaron a un título impensado y al delirio de una afición orgullosa por la gesta de los hombres del blanco blanco, como se le conoce al equipo colombiano.
El inicio de una gesta
Todo comenzó en el año 2003, Once Caldas logró avanzar a la final de la liga colombiana de fútbol, obteniendo 14 puntos en un grupo que incluía a equipos destacados como América, Deportivo Cali y Unión Magdalena.
Junior de Barranquilla, con 13 puntos, fue su rival en la final. La ciudad de Manizales experimentó un gran regocijo durante este período, culminando en una serie de finales que comenzó el 5 de junio en Barranquilla, donde el marcador final fue 0-0, seguido de la decisiva final en Manizales el 8 de junio, dirigida por el técnico Luis Fernando Montoya.
Un equipo de once jugadores demostró su compromiso y pasión en el campo, respaldados por el apoyo de 40,000 aficionados.
El equipo que alcanzó el título estaba compuesto por jugadores como Juan Carlos Henao, Casierra, Vanegas, Cataño, Velásquez, Arango, Soto, Valentierra, Dayro Moreno, Galván Rey y Cardona.
Un gol de Sergio Galván Rey marcó el fin de una espera de 53 años por el título, y aseguró la clasificación del Once Caldas a la Copa Libertadores, junto con Deportivo Cali y Deportes Tolima. La celebración fue monumental, con lágrimas y alegría entre los aficionados durante una tarde memorable.
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La Copa Libertadores
Además de la fortaleza física del equipo, el aspecto psicológico, fortalecido por el Dr. Sosa, fue crucial.
La presentación del equipo para la Copa Libertadores tuvo lugar en Chinchiná, donde el equipo enfrentó a clubes destacados de América del Sur como Fénix de Uruguay, Vélez Sarsfield de Argentina y Maracaibo de Venezuela.
Once Caldas inició su participación en la Copa con una victoria por 3-0 sobre Fénix, seguida de victorias y derrotas que finalmente los llevaron a las semifinales contra equipos como Santos y Sao Paulo de Brasil.
La final
El desempeño continuó siendo impresionante, culminando en la final contra Boca Juniors. La primera final en La Bombonera terminó 0-0, y la segunda en Manizales también terminó en empate, pero Once Caldas prevaleció en la tanda de penales, gracias a un gol crucial de John Viáfara. Juan Carlos Henao, el portero, fue un héroe esa noche, asegurando la victoria en penales y celebraciones masivas en Manizales.
Después de la Copa Libertadores, el equipo participó en la Copa Intercontinental en Tokio contra el Porto, donde, a pesar de una fuerte demostración, perdieron en penales, con un marcador final de 8-7 después de un error en el cobro de Fabro.
La nómina del Once Caldas que quedó en la historia incluye a jugadores como Juan Carlos Henao, Miguel Rojas, Samuel Vanegas, entre otros, quienes han sido recordados con cariño por los seguidores del equipo.
Hoy 20 años después, la afición del fútbol en Manizales, el departamento de Caldas, Colombia y Sudamérica, recuerdan la hazaña, de un equipo que nunca volvió por esos fueros.
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