Disturbios empañan la premiación de Atlético Nacional en la Copa Colombia

Atlético Nacional sumó este domingo su séptimo título en la Copa Colombia tras empatar sin goles ante América de Cali en el estadio Pascual Guerrero. El equipo dirigido por el mexicano Efraín Juárez llegó al partido con una ventaja de 3-1 conseguida en la ida en Medellín, lo que le permitió alzarse con el trofeo pese al dominio de los escarlatas durante el encuentro.

Sin embargo, la celebración fue opacada por disturbios en las tribunas y el ingreso de aficionados al campo de juego. La frustración de los hinchas americanos por no poder remontar la serie desató desmanes que derivaron en enfrentamientos dentro del estadio. A pesar de los esfuerzos de la Policía por controlar la situación, las condiciones de seguridad no fueron aptas para realizar la tradicional premiación en la cancha.

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Ante este escenario, los jugadores de Nacional recibieron el trofeo en los camerinos, donde festejaron lejos de la tensión que reinaba en el terreno de juego. La escena que debió ser una celebración pública y festiva se transformó en un acto privado, dejando un sabor agridulce en el triunfo verdolaga.

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Un partido intenso y lleno de emociones

América de Cali dominó gran parte del compromiso, especialmente durante el primer tiempo, generando 11 remates y diversas llegadas peligrosas. Sin embargo, la falta de efectividad y las intervenciones del portero David Ospina evitaron que los escarlatas pudieran igualar la serie. Ospina fue clave al detener un potente disparo de Duván Vergara al minuto 8 y un tiro libre de Alexis Zapata al minuto 38.

En el segundo tiempo, el equipo local mantuvo la presión con jugadores como Cristian Barrios, Rodrigo Holgado y Adrián Ramos, quien disputó su último partido como profesional. A pesar de los esfuerzos del técnico Jorge ‘Polilla’ Da Silva, la defensa verdolaga liderada por Felipe Aguirre, William Tesillo y Álvaro Angulo se mantuvo firme, frustrando cada intento de los escarlatas.

Por su parte, Nacional optó por una estrategia defensiva y apostó al contragolpe con Kevin Viveros y Pablo Ceppelini, quien se encargó de manejar el ritmo del juego en el mediocampo. Aunque tuvo pocas opciones claras, el equipo de Medellín consiguió neutralizar a su rival y asegurar el resultado que le dio el título.

El desenlace del partido estuvo marcado por los disturbios en las tribunas, que llevaron a la interrupción del juego a cinco minutos del final. La situación obligó a las autoridades a intervenir, dejando una imagen lamentable que contrastó con la alegría del nuevo campeón.

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