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¿Bad Bunny es chavista? Controversia que conecta al reguetonero con el régimen de Maduro
La candidata puertorriqueña Nina Valedón desata polémica al pedir investigar una supuesta inversión del cantante con vínculos venezolanos. Un reportaje de Armando Info.
En una controvertida movida política, Nina Valedón Santiago, exsubsecretaria general del Partido Popular Democrático (PPD) de Puerto Rico, solicitó en septiembre al FBI investigar una presunta inversión de dos millones de dólares del cantante Bad Bunny en asociación con “personas ligadas al régimen de Nicolás Maduro.” Valedón afirmó que estos fondos podrían perjudicar a la sociedad puertorriqueña al permitir la supuesta influencia de regímenes opresivos y corruptos.
Aunque la dirección del PPD se apresuró a desvincularse de la denuncia de Valedón, la alusión a un posible vínculo entre el ícono global del reguetón y figuras cercanas al chavismo ha captado la atención de medios y ciudadanos, avivando el debate sobre la influencia política en la isla. La controversia trajo a la palestra un artículo publicado en abril de 2023 en la revista Billboard, que revela los antecedentes del empresario Rafael Jiménez Dan, fundador de Rimas Entertainment, sello bajo el cual Bad Bunny y otros artistas han alcanzado el estrellato internacional.
Jiménez Dan, exoficial del Ejército venezolano y exviceministro del Interior en el gabinete de Hugo Chávez, fundó Rimas Entertainment tras mudarse a Miami en 2013. Aunque abandonó su carrera militar en los años 90 y se alejó del gobierno de Venezuela en 2007, su pasado en la Revolución Bolivariana resuena ahora que aún mantiene participación accionaria en la empresa, según Billboard. Su perfil como impulsor del género urbano en América Latina y, posteriormente, en Estados Unidos, ha levantado dudas entre sectores conservadores de Puerto Rico, especialmente en el contexto electoral actual de la isla.
¿Qué hay detrás de la denuncia?
Valedón explicó que su intención es evitar que “dinero proveniente de regímenes opresivos” influya en la política puertorriqueña, y destacó las diferencias entre la situación en Venezuela y Puerto Rico, país donde, según ella, “todos tenemos libertad de expresión.” La petición ante el FBI fue recibida con escepticismo y críticas dentro del propio PPD, al considerarla una medida que podría ahuyentar votos y alienar a los seguidores de Bad Bunny, uno de los músicos más influyentes de la actualidad.
No obstante, el cuestionamiento surge en un contexto sensible. El próximo noviembre, Puerto Rico podría elegir a su primer gobernador abiertamente independentista, Juan Dalmau, candidato del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y simpatizante de la causa bolivariana. En una reciente aparición en YouTube, Bad Bunny alentó a los jóvenes a inscribirse para votar en Puerto Rico, en lo que se ha interpretado como un respaldo indirecto a Dalmau y sus posturas políticas. Estas declaraciones y el estreno de su nuevo sencillo “Una velita”, una crítica al gobierno de Puerto Rico y en memoria de las víctimas del huracán María, han resaltado su postura activista y de inconformidad con la administración del Partido Nuevo Progresista (PNP).
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La relación entre Rimas Entertainment y el chavismo
El vínculo de Jiménez Dan con el chavismo, aunque indirecto, ha sido señalado repetidamente. Formado en la Academia Militar de Venezuela, Jiménez Dan perteneció a la promoción de Diosdado Cabello y Jesse Chacón, ambos figuras centrales de la revolución bolivariana, y en 2005 asumió un alto cargo en el gobierno de Chávez. Para 2013, tras la muerte del expresidente, Jiménez migró a Miami, donde fundó Rimas Entertainment. Bajo este sello, el reguetón latinoamericano y en particular puertorriqueño, llegó a ser uno de los géneros más populares a nivel mundial, con artistas como Ozuna, Juan Luis Guerra y Bad Bunny en su catálogo.
En 2023, el artista y empresario venezolano Kent Berry Jaimes Ramírez, conocido como Kent, demandó a Jiménez Dan en una corte federal de Puerto Rico, alegando que contribuyó al éxito inicial de Rimas y debería ser compensado con un porcentaje de sus ganancias. En la demanda, Kent asegura que fue él quien presentó a Jiménez al manager de Bad Bunny, Noah Assad, en Caracas en 2011. Assad, de Puerto Rico, jugó un papel fundamental en el ascenso de Rimas, convirtiéndola en una potencia discográfica.
Según los documentos de la demanda, Kent sostiene que ayudó a Jiménez Dan a salir de la política y a incorporarse al mundo del entretenimiento. Afirma además que Jiménez le prometió una parte de los activos de la empresa como compensación, algo que aún no ha recibido. Este pleito en curso arroja luz sobre el origen de Rimas y cómo, a partir de una propuesta de colaboración entre artistas de Venezuela y Puerto Rico, se generó uno de los sellos de música urbana más influyentes del mercado.
Rimas Entertainment y su expansión global
La carrera de Jiménez Dan como empresario en Florida ha sido tan lucrativa como mediática. Según rumores, en 2022 el sello Sony Music Group estaría considerando adquirir la participación de Jiménez en Rimas por una suma que oscilaría entre los 250 y 300 millones de dólares. No obstante, Jiménez parece haber optado por retener sus acciones y mantener su portafolio de negocios, que incluye propiedades en Florida y otros emprendimientos en la industria musical.
Mientras tanto, el cantante Bad Bunny sigue consolidándose como uno de los íconos de la juventud y la cultura latina, con una postura política clara, tanto en la música como en sus declaraciones públicas. Su activismo y el papel central de Rimas en su carrera han vuelto este debate sobre sus posibles conexiones con el chavismo un punto candente en el panorama político de Puerto Rico. Sea cual sea el desenlace, la influencia de Rafael Jiménez y de su compañía en la industria musical y en la vida pública boricua seguirá siendo un tema de discusión en la isla.
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