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Epa Colombia ya estuvo en prisión, segunda experiencia ahora tras condena ratificada por la Corte

Antecedentes en la cárcel de Daneidy Barrera.

Daneidis
Por Agencia Periodismo Investigativo | Mar, 28/01/2025 - 21:10 Créditos: https://www.instagram.com/epa_colombia / Daneidis Barreras, EPA Colombia

Daneidy Barrera, conocida como ‘Epa Colombia’, protagonizó nuevamente titulares luego de ser capturada el 27 de enero de 2025 por agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía.

La detención ocurrió en una de sus peluquerías en cumplimiento de una orden judicial emitida por la Corte Suprema de Justicia. La captura se dio tras la ratificación de su condena por los daños causados a una estación de TransMilenio durante el Paro Nacional de 2019.

El caso se originó en noviembre de 2019, cuando Barrera fue grabada utilizando un martillo para destruir parte de la infraestructura de TransMilenio.

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Dichas acciones fueron compartidas por ella misma en redes sociales. En 2020, recibió una sentencia de tres años y medio de prisión, pero no cumplió la pena en un centro carcelario.

La decisión reciente de la Corte Suprema extendió su condena a cinco años y tres meses, los cuales deberá cumplir bajo detención intramural.

Tras conocerse su captura, Barrera publicó un video en sus redes sociales donde expresó su frustración, afirmando que había trabajado por años para enmendar sus errores. No obstante, la justicia determinó que debía cumplir la pena en prisión.

Su relación con el INPEC y un proyecto social en la cárcel

En una entrevista para el podcast Vos Podés, conducido por Tatiana Franco, Barrera habló sobre su experiencia previa en la cárcel y los desafíos que enfrentó al intentar liderar un proyecto social en el centro penitenciario ‘El Buen Pastor’ de Bogotá.

Su iniciativa consistía en capacitar a mujeres privadas de la libertad en técnicas de belleza, especialmente en la aplicación de keratinas, con el propósito de ayudarlas a generar ingresos una vez obtuvieran la libertad.

Sin embargo, Barrera denunció que su proyecto enfrentó diversas trabas administrativas. Según sus declaraciones, funcionarias del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) le pedían productos de belleza para ellas o sus familiares a cambio de permitirle desarrollar las capacitaciones.

Además, indicó que estas restricciones no siempre eran justificadas, ya que en ocasiones le negaban el acceso argumentando actividades especiales dentro del centro penitenciario.

Relató que algunas veces no le permitieron ingresar porque en las instalaciones estaban programadas presentaciones artísticas de figuras públicas, como los cantantes Yeison Jiménez y Giovanni Ayala, o incluso eventos en los que participaba el presidente Gustavo Petro.

Esta situación, aseguró, la llevó a cuestionarse sobre la viabilidad de continuar con su labor, ya que asistía al lugar sin recibir ningún pago, motivada únicamente por su deseo de contribuir al desarrollo de las reclusas.

Condiciones difíciles y obstáculos constantes

Barrera también describió las condiciones en las que se realizaban las jornadas de capacitación. Explicó que debía permanecer en el lugar desde las 8:00 a. m. hasta las 6:00 p. m. sin la posibilidad de consumir alimentos, ya que estaba prohibido el ingreso de comida. Solo se le permitía llevar un par de onces, lo que complicaba el cumplimiento de sus actividades.

En sus palabras, la experiencia fue desgastante y difícil, pero reafirmó que su intención siempre fue aportar a la rehabilitación y superación de las internas.

Destacó que, pese a las adversidades, quería dar a estas mujeres la oportunidad de aprender un oficio que les permitiera alcanzar cierta independencia económica al recuperar su libertad.

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