Falleció Hugo Zapata, maestro de la escultura en piedra y referente del arte colombiano

Hugo Zapata, uno de los artistas más influyentes del país y pionero en el trabajo escultórico con piedra, falleció a los 79 años rodeado de su familia. Nacido en La Tebaida, Quindío, el 11 de septiembre de 1945, su trayectoria dejó una huella indeleble en el arte contemporáneo colombiano. Arquitecto, escultor y artista plástico, hizo del trabajo con rocas su lenguaje estético y espiritual.

Desde su infancia en Medellín, donde creció tras mudarse con su familia, Zapata demostró un vínculo especial con las piedras, las mismas que lo acompañaron a lo largo de su vida artística. Se formó en el Instituto de Artes Plásticas de la Universidad de Antioquia y estudió arquitectura en la Universidad Nacional, sede Medellín. Fue parte activa de la generación de artistas urbanos que transformó el panorama cultural de la ciudad en los años 70.

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Zapata no solo es recordado por sus obras monumentales, sino también por su compromiso con la educación artística. Fundó la Escuela de Artes de la Universidad Nacional en Medellín y fue uno de los creadores del Museo de Arte Moderno de Medellín. En ambos espacios promovió una visión del arte como experiencia individual y transformadora.

Su obra escultórica, caracterizada por una abstracción orgánica influenciada por la geología, los fósiles, el agua y la espiritualidad, ha sido exhibida en países como Brasil, Chile, México, Cuba, Estados Unidos e Inglaterra. En 1996 representó a Colombia en la Bienal de São Paulo con su emblemática obra Espejos de agua.

Zapata trabajó principalmente con lutitas, pizarras y otras piedras recogidas en sus constantes recorridos por la geografía colombiana, desde el río Magdalena hasta la cuenca del río Negro en Cundinamarca. Veía en cada roca una conversación: “Las piedras tienen cierto decir, ellas me dicen cosas... Hoy te tocó, querida”, afirmaba en sus entrevistas.

En noviembre de 2024, la Universidad de Antioquia lo homenajeó con el Escudo de Oro, reconociendo su aporte invaluable al arte y la cultura del país. Allí compartió anécdotas sobre su amor por las piedras y cómo el arte era, para él, una forma de comunión espiritual.

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