Masacre en López de Micay podría ser atribuido al ELN

En la madrugada del 8 de septiembre, un violento ataque armado en la zona rural de López de Micay, Cauca, dejó un saldo trágico de 12 personas muertas, entre ellas cinco mujeres y siete hombres. Según las autoridades locales, el principal responsable de la masacre sería el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en el marco de una disputa territorial con la disidencia Jaime Martínez, un grupo armado vinculado a las antiguas FARC.

El ataque se registró en el sector de El Naya, donde se encuentra la comunidad de la Sagrada Familia, una región limítrofe entre Buenaventura y el departamento del Cauca, que ha sido históricamente afectada por la presencia de múltiples grupos armados ilegales. Las víctimas del ataque no presentaban indicios de pertenecer a algún grupo armado, ya que no portaban armas ni identificaciones que los vincularan con actores ilegales, según las primeras investigaciones.

El acceso a la zona donde ocurrió la masacre ha sido obstaculizado por la presencia de los grupos armados ilegales que operan en el área, lo que ha impedido a las autoridades realizar los procedimientos legales correspondientes. Carlos Potes, personero de Buenaventura, indicó que la comunidad decidió trasladar los cuerpos por su cuenta debido a la imposibilidad de que la fuerza pública ingrese al lugar.

“Desde ayer la fuerza pública no ha podido ingresar a realizar los procedimientos legales. La comunidad decidió trasladar los cuerpos por su cuenta”, explicó Potes, en entrevista con Mañanas Blu.

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ELN y la disputa territorial en la región

Las autoridades manejan la hipótesis de que el ELN fue el responsable del ataque, al arremeter contra personas supuestamente vinculadas con la disidencia Jaime Martínez. La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, advirtió que los enfrentamientos entre estos grupos armados no son nuevos y que están directamente relacionados con el control de territorios estratégicos para actividades ilícitas como el narcotráfico y la minería ilegal.

La zona del río Naya, donde tuvo lugar el ataque, es un corredor clave para el tráfico de drogas y maquinaria destinada a la minería ilegal. La construcción de una carretera no oficial de 14 kilómetros que conecta Jamundí con el río Naya ha facilitado el transporte de cocaína y recursos para la minería, convirtiéndose en un punto de interés para los grupos armados ilegales.

El Gobierno nacional, en coordinación con las autoridades locales, ha convocado un consejo de seguridad para evaluar la situación y definir acciones concretas. La gobernadora Toro destacó que se están adquiriendo sistemas antidrones para combatir el uso de drones con explosivos por parte de los grupos armados en la región.

La fuerza pública y la Defensoría del Pueblo se encuentran en camino hacia la comunidad de la Sagrada Familia con el objetivo de evaluar la situación y avanzar en la investigación de los hechos. 

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