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Revelan que a Cielo Gnecco y a su sobrino les advirtieron que estaban chuzados

El caso salpica a un magistrado de la Corte Suprema de Justicia.

Cielo Gnecco
Por Agencia Periodismo Investigativo | Jue, 19/10/2023 - 07:27 Créditos: El Heraldo

La polémica se intensifica tras las recientes revelaciones sobre la interceptación de comunicaciones dirigida a la conocida familia Gnecco y la sorprendente notificación anticipada que recibieron sobre dicha acción. 

Un informe publicado por la Unidad Investigativa de Noticias Caracol desentrañó detalles críticos que vinculan a un magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) con la notificación a los investigados.

La familia Gnecco, notable en el ámbito político del Cesar, ha enfrentado acusaciones relacionadas con elusión de justicia. El 18 de octubre, la Unidad Investigativa desveló que el magistrado Francisco Farfán, asignado a la Sala de Instrucción de la CSJ, habría sido la fuente interna que alertó a los Gnecco sobre las interceptaciones autorizadas por la misma Corte.

La trama se remonta al 14 de mayo de 2019, cuando Farfán ordenó la interceptación de comunicaciones de ocho figuras políticas, incluyendo cinco miembros de la familia Gnecco. 

Estas acciones formaban parte de una investigación amplia sobre prácticas corruptas, focalizando la atención en José Alfredo Gnecco Zuleta, senador del Partido de la U, acusado de compra de votos en 2018.

Sin embargo, la notificación anticipada a la familia Gnecco sobre la vigilancia activa, plantea preguntas serias sobre la integridad del proceso. 

En febrero de 2022, la Sala de Instrucción de la CSJ decidió no proseguir con las investigaciones contra el senador Gnecco Zuleta. 

Argumentaron falta de pruebas concluyentes, y el caso se archivó, omitiendo información crucial de una llamada entre Cielo Gnecco y su sobrino José Alfredo.

El pasado 10 de octubre, se emitió una orden de captura contra Cielo María Gnecco Cerchiaro, ex primera dama del Cesar, por presuntos vínculos con grupos paramilitares. 

Esta acción se precipitó después de la clasificación de secuestros extorsivos y homicidios ocurridos en 2002 como crímenes de lesa humanidad. Aún se espera la ejecución de dicha orden de captura.

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