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Apagón nacional en Cuba: 12 horas sin electricidad y crisis energética se agudiza
Una avería en la subestación de Diezmero, cerca de La Habana, provocó el cuarto apagón masivo en menos de seis meses.

Cuba enfrenta una nueva crisis energética que ha dejado a la mayor parte de sus casi 10 millones de habitantes sin electricidad durante más de 12 horas este sábado. El apagón nacional, el cuarto en menos de seis meses, fue provocado por una avería en la subestación de Diezmero, ubicada en las afueras de La Habana, según informó el Ministerio de Energía y Minas (Minem).
Este incidente ha vuelto a poner en evidencia la precaria situación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), que lleva meses al borde del colapso.
El corte de energía ocurrió alrededor de las 20:15 horas locales (00:15 GMT) y afectó a casi todo el país. Aunque las autoridades han comenzado a reactivar "microsistemas" en 12 de las 15 provincias de Cuba, el suministro eléctrico sigue siendo insuficiente. La Unión Eléctrica (UNE), empresa estatal, ha priorizado la electricidad para centros vitales, pero solo se están generando alrededor de 110 megavatios (MW), una cifra mínima comparada con la demanda diaria, que puede alcanzar los 1.800 MW durante el día y superar los 3.200 MW en las horas de mayor consumo.
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Causas de la crisis energética
La crisis energética en Cuba no es nueva. Expertos independientes señalan que el problema radica en una infrafinanciación crónica del sector eléctrico, que ha estado completamente en manos del Estado desde el triunfo de la revolución en 1959. Las siete centrales termoeléctricas del país, que tienen décadas de antigüedad, sufren averías frecuentes debido a la falta de mantenimiento y modernización. Además, el gobierno cubano no cuenta con las divisas necesarias para importar suficiente diésel y fueloil, combustibles esenciales para la generación de energía.
El gobierno ha atribuido parte de la crisis a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, las cuales limitan su capacidad para adquirir insumos y tecnología. Sin embargo, analistas independientes estiman que se necesitaría una inversión de entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para modernizar el SEN, una cifra que está fuera del alcance del Estado cubano. Cualquier solución, advierten, solo sería posible a largo plazo.
Los frecuentes apagones no solo afectan la calidad de vida de los cubanos, sino que también tienen un impacto devastador en la economía del país. En 2023, la economía cubana se contrajo un 1,9 %, y según estimaciones del propio gobierno, no habrá crecimiento significativo en 2025. El Producto Interno Bruto (PIB) de la isla sigue por debajo de los niveles de 2019, y los cortes de energía agravan la situación al paralizar industrias, comercios y servicios esenciales.
El descontento social también ha ido en aumento. Los apagones han sido detonantes de protestas masivas en los últimos años, como las ocurridas el 11 de julio de 2021, las del verano de 2022 en La Habana y Nuevitas, y las más recientes del 17 de marzo de 2024 en Santiago de Cuba y otras localidades. Estas manifestaciones, aunque inusuales en un país con un estricto control estatal, reflejan el malestar de la población ante la falta de soluciones concretas.
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