Desarticulada organización criminal que explotaba laboralmente a migrantes colombianos en España

La policía española ha llevado a cabo un importante operativo que ha culminado con la desarticulación de una organización criminal dedicada al tráfico de migrantes y la explotación laboral de ciudadanos colombianos en locales de restauración en España. En total, 12 individuos fueron detenidos por su presunta implicación en estos delitos.

Según las investigaciones, las víctimas eran atraídas a España bajo la promesa de contratos en prácticas en el sector de la hostelería, con un sueldo de 500 euros por cuatro horas de trabajo. Sin embargo, una vez en el país, eran obligadas a laborar durante 15 horas al día por tan solo 20 euros, en condiciones laborales abusivas y de explotación.

El número de personas identificadas como víctimas de esta red asciende a 46, de las cuales 18 fueron liberadas durante el proceso de investigación y 28 durante el operativo policial. Los delitos imputados a los detenidos incluyen pertenencia a organización criminal, trata de seres humanos con fines de explotación laboral, favorecimiento de la inmigración ilegal, detención ilegal y falsedad documental.

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Durante el operativo, se realizaron 10 entradas y registros, incautándose armas, dinero en efectivo, documentación relevante y material informático que sirvió como evidencia para llevar a cabo las detenciones. La investigación se inició en octubre tras recibir información sobre las condiciones laborales abusivas de trabajadores colombianos en España, y culminó con la desarticulación de esta peligrosa red criminal.

Las víctimas eran sometidas a un estricto control mediante cámaras de vigilancia en las viviendas donde eran alojadas, viviendo en condiciones de hacinamiento y sin posibilidad de escapar de la situación de explotación. A pesar de las promesas hechas en Colombia, las condiciones laborales en España no se ajustaban a lo acordado, con jornadas de trabajo excesivas y un salario final muy por debajo de lo prometido.

En total, más de 180 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil participaron en esta operación que ha logrado desmantelar esta organización criminal y rescatar a las víctimas. Tres de los detenidos fueron enviados a prisión y se ordenó el cierre de los cuatro locales de restauración donde se explotaba a los inmigrantes, como medida de prevención y protección para futuros casos de explotación laboral.

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