El Kremlin refuerza su postura beligerante hacia Occidente con nuevas amenazas nucleares

El Kremlin ha dejado de lado cualquier reserva en sus advertencias a Occidente, anunciando cambios en su doctrina nuclear que buscan disuadir a los aliados de Ucrania de apoyar ataques contra Rusia. Dmitri Peskov, portavoz del gobierno de Vladímir Putin, declaró que estas revisiones son una "señal de advertencia" ante las crecientes tensiones en las fronteras rusas, exacerbadas por la invasión de Ucrania y la prolongación del conflicto.

En su reciente intervención durante una reunión del Consejo de Seguridad, Putin enfatizó su intención de modificar las reglas sobre el uso de armamento nuclear. Este ajuste permitiría a Rusia considerar el uso de armas nucleares en respuesta a un "ataque aéreo masivo", una medida que parece reducir significativamente el umbral para su empleo. Aunque no se mencionó explícitamente a Ucrania, las advertencias estaban claramente dirigidas a disuadir el apoyo occidental a Kiev, especialmente en lo que respecta a la provisión de armamento de mayor alcance.

Peskov añadió que la "disuasión nuclear de Rusia se está ajustando" debido a las tensiones en el perímetro de sus fronteras. La ambigüedad en las nuevas formulaciones deja abierta la posibilidad de una respuesta nuclear ante cualquier ataque convencional que se considere una "amenaza crítica para nuestra soberanía", lo que amplía el margen de interpretación.

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Las autoridades de la Unión Europea reaccionaron de inmediato, calificando estas amenazas de "imprudentes e irresponsables". El portavoz de política exterior de la UE, Peter Stano, afirmó que "rechazamos firmemente estas amenazas", subrayando que no es la primera vez que Putin recurre a la intimidación nuclear.

Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022, Putin ha utilizado la amenaza nuclear como herramienta de disuasión contra Occidente. A pesar de los esfuerzos rusos por avanzar en el conflicto, la situación sigue siendo tensa, con Ucrania llevando a cabo ataques a territorio ruso utilizando misiles y drones.

El Kremlin, mientras tanto, se encuentra en una posición defensiva, tratando de desalentar el apoyo occidental a Ucrania. La nueva redacción de la doctrina nuclear refleja un enfoque más agresivo, buscando que Occidente se lo piense dos veces antes de proporcionar armas de largo alcance a Kiev.

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