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En ola de calor, misteriosa desaparición de toneles de agua para migrantes en Texas
Enigma en la frontera por pérdida del líquido para ayudar a extranjeros que ingresan a Estados Unidos.
Durante una de las más devastadoras olas de calor registradas en el sur de Estados Unidos, la región fronteriza de Texas enfrenta un enigma: la desaparición de toneles con agua destinados a salvar vidas de migrantes en tránsito.
Ubicados estratégicamente por grupos de derechos humanos, estos toneles azules de 208 litros, marcados con la palabra “AGUA” en letras blancas mayúsculas, son vitales para migrantes que viajan a pie y suelen ser fácilmente identificables en el paisaje árido y marrón.
Las extremas temperaturas en el condado de Jim Hogg, una región de vastas tierras y baja densidad poblacional, pueden alcanzar hasta 43.3°C (110°F). Es un popular punto de travesía para migrantes y traficantes de personas buscando evadir puntos de control fronterizo.
Ruben Garza, investigador de la oficina del sheriff en Jim Hogg, subrayó la urgencia de resolver el misterio. Emocionado, recordó un incidente reciente donde un migrante sufrió insolación y, a pesar de ser encontrado, perdió la vida poco después del rescate.
Según la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU, aproximadamente 3.000 migrantes han fallecido cruzando desde México a Estados Unidos, principalmente por ahogamiento en el Rio Grande o por falta de recursos básicos.
Desde la década de 1990, organizaciones humanitarias, como el South Texas Human Rights Center, han estado estableciendo estaciones de agua en la frontera tras hallazgos de cadáveres de personas que sucumbieron a las adversas condiciones. John Meza, voluntario de la organización en Jim Hogg, reportó que 12 de las 21 estaciones que supervisa desaparecieron en julio.
The Associated Press, tras analizar imágenes de Google Maps de los últimos dos años, confirmó que algunos toneles ya no están en sus ubicaciones originales. Aunque incendios forestales y obras de construcción pueden desplazar objetos, la ausencia de restos de plástico azul quemado y la falta de evidencia de reubicación, dada su considerable peso, aumentan el misterio.
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