Qatar suspende su tráfico aéreo por tensión regional tras ataque de EE.UU. a Irán

Catar suspendió este lunes todo su tráfico aéreo como medida de precaución ante la creciente tensión en Medio Oriente, tras los recientes ataques de Estados Unidos a instalaciones nucleares en Irán y la amenaza de represalias por parte de Teherán. La decisión paraliza efectivamente las operaciones de Qatar Airways, una de las aerolíneas más importantes del mundo, con base en Doha.

“Esto es parte de un conjunto de medidas de precaución tomadas en función de los acontecimientos en la región”, indicó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Catar en un comunicado. Esta suspensión representa la interrupción más significativa del tráfico aéreo en la región hasta la fecha.

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Qatar Airways, que opera desde su centro de operaciones en el Aeropuerto Internacional Hamad, conecta a más de 140 destinos globales. Su suspensión se suma a las adoptadas por otras aerolíneas internacionales como Singapore Airlines, British Airways y KLM, que también cancelaron vuelos hacia y desde destinos clave como Dubái, uno de los aeropuertos más transitados del mundo.

Las cancelaciones reflejan el temor creciente de que el conflicto entre Irán e Israel, intensificado por la intervención militar del presidente estadounidense Donald Trump, pueda escalar a una guerra de mayores proporciones. Las represalias iraníes podrían afectar a economías que hasta ahora se habían mantenido relativamente al margen de las hostilidades.

Tanto Dubái como Doha son nodos estratégicos del tráfico aéreo global, al servir como puentes entre Asia, Europa y América del Norte. A pesar de su importancia, hasta ahora habían logrado evitar restricciones aéreas directas, las cuales se habían limitado principalmente a los cielos de los países vecinos de Israel o rutas potencialmente sobrevoladas por misiles iraníes.

Antes del ataque estadounidense del domingo, Irán ya había amenazado con cerrar el estratégico Estrecho de Ormuz, vital para el comercio mundial de petróleo, y con atacar bases estadounidenses en el Golfo Pérsico. Catar alberga la base aérea Al Udeid, la más grande de EE. UU. en la región, mientras que Baréin acoge la Quinta Flota de la Armada estadounidense, lo que subraya la sensibilidad geopolítica de la zona ante cualquier escalada militar.

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