María Claudia Tarazona se despide de Miguel Uribe Turbay tras su muerte en Bogotá, historia de la pareja

La madrugada de este lunes quedó marcada por la confirmación de una noticia que estremeció a Colombia: a la 1:56 a. m., en la Clínica Fundación Santa Fe, falleció el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, luego de luchar durante 65 días por su vida y someterse a 18 operaciones tras el atentado sicarial que sufrió el pasado 7 de junio durante un acto de campaña en Bogotá.

Su esposa, María Claudia Tarazona, fue quien, con un mensaje cargado de dolor, dio a conocer públicamente el fallecimiento. “Pido a Dios me muestre el camino para aprender a vivir sin ti. Descansa en paz, amor de mi vida, yo cuidaré a nuestros hijos. Siempre serás el amor de mi vida”, escribió en redes sociales, acompañando sus palabras con una fotografía en la que ambos aparecen abrazados, en un retrato que hoy adquiere un valor simbólico y testimonial para su familia y para la historia reciente del país.

La historia de Miguel y María Claudia se remonta a mediados de la década pasada, cuando coincidieron en un evento social en Bogotá. Aquel encuentro fue el inicio de una relación que, según allegados, estuvo marcada por la complicidad, el respeto y un proyecto de vida en común que resistió los retos propios de la exposición pública que traía consigo la carrera política de Uribe Turbay.

La pareja contrajo matrimonio en 2016, en una ceremonia realizada en el Country Club de la capital, a la que asistieron familiares, amigos y figuras de la vida política y empresarial.

Desde entonces, construyeron un hogar en el que nacieron y crecieron sus hijos, incluyendo a Alejandro, de cuatro años, y tres hijas que completaban la familia.

María Claudia Tarazona, de origen bogotano y con formación profesional vinculada a la administración y el trabajo social —según información recopilada por medios locales—, mantuvo un bajo perfil público, concentrando su vida en la crianza de sus hijos y en acompañar a su esposo en los momentos decisivos de su carrera política.

No obstante, su presencia fue constante en campañas, actos públicos y giras, convirtiéndose en un apoyo fundamental para la vida personal y profesional del senador.

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Hasta la fecha de su muerte, la pareja había compartido nueve años de matrimonio, un vínculo que, de acuerdo con quienes los conocieron, estuvo cimentado en la lealtad mutua y en una visión común de futuro.

El atentado que truncó esa vida en común ocurrió el 7 de junio de 2025, en el parque El Golfito, del barrio Modelia, en la localidad de Fontibón. Miguel Uribe Turbay participaba en un acto de campaña cuando un menor de edad, posteriormente identificado como un sicario de 14 años, abrió fuego en su contra.

Los disparos impactaron su cabeza y una pierna, provocándole lesiones de extrema gravedad. Fue trasladado inicialmente a un centro asistencial cercano y, horas después, remitido a la Fundación Santa Fe, donde comenzó un complejo tratamiento que incluyó cirugías neurovasculares y ortopédicas de alta complejidad.

Durante los 65 días que permaneció hospitalizado, su estado de salud atravesó fluctuaciones críticas, con episodios de hemorragias intracraneales que requirieron intervenciones de urgencia.

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