Hallan cuerpo de Sarita Vargas, la niña desaparecida en Sogamoso

El caso de la desaparición de Sarita Vargas, la niña de 11 años que fue reportada como desaparecida el 25 de diciembre en Sogamoso, Boyacá, dio un giro desgarrador tras el hallazgo de su cuerpo. La triste confirmación llegó a su familia en las últimas horas, luego de que las autoridades informaran que el cuerpo encontrado el 12 de enero en una zona rural del municipio corresponde a Sarita.

Pilar Vega, tía de la menor, fue quien le confirmó a EL TIEMPO que los restos hallados son los de su sobrina. Al conocer la noticia, su hermana mayor, Mayerly, compartió emotivos mensajes a través de sus redes sociales, expresando su amor eterno por la pequeña: "Mi angelito bello, te amo mi princesa. Mi princesita, te amaré toda mi vida, mi angelito bello".

Según las autoridades, Sarita había salido de su hogar en la madrugada del 25 de diciembre después de una discusión familiar. En ese momento, la niña se fue sin regresar. Su familia había vuelto de Firavitoba, donde celebraron la Navidad, y fue en su casa en Sogamoso donde se presentó el altercado que motivó la salida de Sarita.

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La reconstrucción de los hechos realizada por la Fiscalía reveló que, una vez fuera de su casa, la menor fue abordada por su primo, Juan Carlos Rodríguez Vargas. Según las pruebas, él la habría transportado en su motocicleta hacia la vereda El Ciral, lugar donde su cuerpo fue encontrado más tarde.

La captura del primo de Sarita Vargas

El caso dio un giro significativo cuando las investigaciones del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) determinaron que Rodríguez Vargas fue quien estuvo en contacto con Sarita antes de su desaparición. Tras varios allanamientos, la moto del primo fue clave para la investigación, que confirmó que Sarita fue movilizada en ella.

A pesar de la evidencia, el primo de la niña negó en reiteradas ocasiones haber tenido contacto con ella el día de los hechos, según la Fiscalía. La familia de Sarita y la comunidad de Sogamoso ahora enfrentan la tragedia de perder a la niña en circunstancias tan dolorosas y difíciles de comprender.

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