Intensos combates entre disidencias de las Farc y el ELN afectan a comunidades indígenas en Cauca y Huila

Las comunidades indígenas del municipio de Inzá, Cauca, enfrentan una grave crisis humanitaria debido a intensos enfrentamientos entre las disidencias de las Farc, frente Dagoberto Ramos, y el ELN, columna Juan Carlos Chilhueso Pazú. 

Según denuncias del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), los combates iniciaron la mañana del 17 de enero en la vereda La Floresta, jurisdicción de Inzá, y se extendieron hacia zonas vecinas, generando pánico y desplazamientos forzados entre los habitantes.

Atrapados en medio del fuego cruzado

Las comunidades indígenas y campesinas reportan que los enfrentamientos están ocurriendo cerca de áreas residenciales y comunitarias. Emilio Pete, testigo de los hechos, afirmó que la intensidad de los disparos obligó a los pobladores a suspender sus actividades diarias y refugiarse en sitios humanitarios.

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Ante la gravedad de la situación, las autoridades indígenas han ordenado el cierre del tráfico vehicular entre Inzá y La Plata, Huila, mientras se busca proteger a las familias afectadas. Sin embargo, se reportó la retención de un conductor particular por presuntos guerrilleros del ELN, lo que evidencia el control que los grupos armados están ejerciendo en la zona.

Un conflicto territorial en escalada

Desde hace un año, los enfrentamientos entre las disidencias de las Farc y el ELN han aumentado en Cauca y Huila debido a disputas territoriales. Según el Cric, municipios como Inzá, Totoró y Páez-Belalcázar han sido escenario de continuos combates, poniendo en riesgo a miles de personas, incluidos niños y adultos mayores.

“Las comunidades informan que más personas armadas están llegando al sector, agravando la situación de tensión y temor”, señalaron representantes indígenas que prefirieron permanecer en el anonimato.

Desde Popayán, las autoridades confirmaron que un grupo de militares está siendo enviado a la zona para recuperar el control y garantizar la seguridad de los pobladores. Sin embargo, las organizaciones sociales insisten en que se requiere la intervención urgente de organismos humanitarios para evitar una tragedia mayor.

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