Investigan muerte de hombre tras ingerir yagé en ritual ancestral en Quindío

La muerte de Alejandro Gutiérrez Barreto, un transportador de 34 años y residente en Circasia, Quindío, ha desatado conmoción y abrió una investigación oficial sobre los riesgos de los rituales con yagé. El hombre falleció tras participar en una ceremonia en una finca del municipio de La Tebaida, promovida por la organización Aricapa Tusarma.

Según relataron sus familiares, Gutiérrez Barreto tomó la bebida ancestral el domingo 7 de septiembre. Aunque inicialmente presentó malestar, recibió una segunda dosis que agravó su estado. Testigos aseguraron que pasó varias horas sin atención médica y que solo fue trasladado a un hospital cuando ya no presentaba signos vitales.

La familia denunció graves irregularidades: ausencia de personal asistencial, falta de protocolos de emergencia y condiciones inadecuadas. Al llegar al hospital, el cuerpo del hombre tenía ropa mojada, golpes en el rostro y no portaba sus zapatos, lo que aumentó las dudas de sus allegados.

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El secretario de Salud del Quindío, Carlos Alberto Gómez Chacón, confirmó que el caso está bajo investigación y que el cuerpo fue remitido a Medicina Legal para esclarecer la causa del deceso. El funcionario advirtió que el consumo de yagé no es inocuo y puede generar intoxicaciones graves, daños renales, insuficiencia cardíaca o respiratoria.

Mientras tanto, los perfiles digitales de la organización fueron eliminados tras la muerte, dificultando la comunicación con los responsables del ritual. La familia de Gutiérrez Barreto exige que se impida la realización de nuevas ceremonias en las mismas condiciones, pues aseguran que estaban programados otros encuentros incluso con participación de menores de edad.

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