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Luis Alfredo Garavito asesino y abusador de niños fue cremado en Valledupar tras 70 días de su muerte
Detalles del fin del mayor criminal de menores en la historia de Colombia.
El cuerpo de Luis Alfredo Garavito Cubillos, conocido por delitos de pederastia y homicidio, fue finalmente incinerado en Valledupar luego de un extenso período de 70 días en la morgue del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Este proceso concluyó con la entrega de las cenizas a sus familiares en Valle del Cauca.
Luis Alfredo Garavito Cubillos, cuyos crímenes contra menores lo situaron en el centro de la opinión pública, permaneció en la morgue por un tiempo considerable debido a complicaciones legales y administrativas.
La cremación se realizó en el Parque Cementerio Jardines del Recuerdo, situado en las afueras de Valledupar. La ceremonia contó con la asistencia de Gabriel Alfonso Beltrán, abogado de Garavito, y José Rafael Hernández Peñaranda, Defensor del Pueblo del departamento del Cesar.
El retraso en el proceso de cremación se debió a una serie de procedimientos administrativos y judiciales. Silvio Cuello, Personero Municipal de Valledupar, señaló que el cuerpo tuvo que pasar por rigurosos exámenes forenses y científicos para confirmar la causa de muerte, identificada como cáncer ocular y leucemia.
Además, los familiares de Garavito enfrentaron dificultades para confirmar su parentesco y otros trámites normativos. Incluso se presentó una acción de tutela por parte del abogado de la familia, relacionada con la inspección del cadáver.
En cuanto a los costos de la cremación, estos fueron asumidos por la Alcaldía de Valledupar, específicamente por Mello Castro González, alcalde de la ciudad. El monto total ascendió a 2.700.000 pesos colombianos. Las cenizas fueron trasladadas a Trujillo, Valle del Cauca, donde fueron recibidas por otros miembros de la familia.
Garavito falleció el 12 de octubre en la Nueva Clínica de Santo Tomás debido a un paro cardiorrespiratorio, tras un periodo prolongado de enfermedad. Se le había diagnosticado leucemia linfocítica y cáncer ocular, este último le provocó la pérdida de su ojo izquierdo. Pasó más de dos décadas en la Cárcel de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar, conocida como ‘La Tramacúa’.
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