Parque Lleras en Medellín: capturado cubano-mexicano por explotación sexual de mujeres

En el Parque Lleras de Medellín, ciertos locales nocturnos habrían sido empleados por un ciudadano cubano-mexicano, Cristóbal Paulino Fernández Viamonte, como punto de contacto inicial para la captación de mujeres con fines de explotación sexual en ciudades de México. 

Fernández Viamonte, quien poseía varios establecimientos en esta área, fue detenido recientemente en un centro comercial de El Poblado, acusado de liderar una red criminal enfocada en la explotación de mujeres colombianas.

Informes de inteligencia sugieren que las discotecas operadas por este individuo en el Parque Lleras facilitaban el reclutamiento de mujeres que, bajo la promesa de empleo en el extranjero como acompañantes y meseras, eran enviadas a México. 

En el destino, las condiciones prometidas distaban mucho de la realidad, pues se enfrentaban a situaciones de explotación sexual.

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¡Depredador! En coordinación con la Policía Federal de México ubicamos en Medellín al fugitivo cubano-mexicano Cristóbal Fernández Viamonte, máximo cabecilla de una organización criminal dedicada a captar mujeres en distintas ciudades del país con fines de explotación sexual. pic.twitter.com/HctVXXEoPz

— General William René Salamanca Ramírez (@DirectorPolicia) July 10, 2024

El modus operandi de esta red consistía en atraer a mujeres de áreas vulnerables de Medellín, a quienes se les ofrecía viajar a Cancún y Mérida. 

Una vez en México, eran despojadas de sus documentos y sujetas a condiciones que incluían la firma de contratos onerosos, vigilancia constante y retención de sus ingresos para cubrir gastos exorbitados que les eran impuestos, todo lo cual aseguraba su permanencia forzosa en la red.

El alcance de la investigación policial reveló que esta red no solo operaba en Medellín sino también en otras ciudades colombianas como Bogotá y Cali. 

La vigilancia policial permitió la captura de Fernández Viamonte y de otros implicados en la operación en México. Estos esfuerzos conjuntos entre autoridades colombianas y mexicanas apuntan a desmantelar completamente esta estructura criminal y ofrecer justicia a las víctimas.

Las víctimas aseguraron que una vez eran trasladadas a México, les retenían los pasaportes y las esclavizaban obligándolas a ejercer la prostitución en ese país, permanentemente vigiladas con cámaras de seguridad, secuestradas al interior de una casa y con deudas impagables por tiquetes aéreos, alojamiento, alimentación y vestuario.

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