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¿Por qué hay paro minero en Boyacá? Las razones del bloqueo que afecta el centro del país
Transporte, alimentos y carbón en riesgo. Mineros de Boyacá acusan al Gobierno de incumplimientos.

El departamento de Boyacá atraviesa una compleja jornada de movilizaciones protagonizadas por trabajadores del sector minero y campesinos de distintas regiones. Las protestas, que iniciaron con bloqueos en zonas estratégicas del territorio, se han extendido a otros gremios productivos y han generado impactos directos en la movilidad, el abastecimiento de alimentos y el transporte intermunicipal en el centro y norte del país.
Las manifestaciones tienen como principal causa las políticas del Gobierno Nacional en materia de transición energética, en particular las decisiones relacionadas con la delimitación de páramos y la restricción a actividades extractivas en ecosistemas considerados estratégicos para la conservación de fuentes hídricas.
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Según los voceros del paro, estas disposiciones han dejado sin sustento a centenares de familias que dependen desde hace décadas de la minería artesanal, sin que hasta la fecha se les haya ofrecido una alternativa económica viable.
En paralelo, el sector agrícola también se ha sumado a la protesta. Productores de papa, cebolla y leche expresaron su inconformidad por la caída en los precios de sus productos y por lo que consideran una falta de políticas claras de comercialización y apoyo técnico por parte del Ejecutivo.
Reacciones a las declaraciones presidenciales
La inconformidad se acentuó luego de un mensaje publicado por el presidente Gustavo Petro en su cuenta de X, donde afirmó que “el agua es más valiosa que el carbón” y que “la minería no se puede hacer donde el agua nace líquida, porque muere la vida, incluida la vida humana en Boyacá”.
La frase fue interpretada por diversos líderes sociales como un desconocimiento del territorio y una estigmatización de la actividad minera, especialmente en zonas donde, según ellos, no existen conflictos con fuentes hídricas.
Holman Pedraza, representante del sector minero en Paipa, respondió en medios radiales que las afirmaciones del presidente no corresponden con la realidad del territorio.
Aseguró que en las zonas de extracción no hay nacimientos de agua y calificó como “falsa” la narrativa de que la minería local representa una amenaza para el ecosistema. “También creemos que el agua es más importante, pero acá no estamos afectando fuentes hídricas”, señaló en entrevista con Blu Radio.
Críticas a la implementación de la transición energética
Uno de los puntos centrales del malestar social radica en lo que los manifestantes describen como una transición energética sin mecanismos de apoyo para los sectores directamente afectados.
De acuerdo con Pedraza, ni el presidente ni los ministros encargados han visitado las zonas impactadas por las restricciones para dialogar con las comunidades o presentar proyectos productivos alternativos.
“Nos ofrecieron proyectos que nunca llegaron. No hemos recibido ninguna propuesta concreta. Solo cerraron los espacios y nos dejaron a la deriva”, sostuvo.
El líder minero también recordó que durante el periodo de contingencia por el fenómeno de El Niño, funcionarios del Gobierno solicitaron a las minas locales aumentar la producción de carbón con el fin de mantener en funcionamiento las plantas termoeléctricas del país.
Hoy, denuncian, esa misma actividad es desincentivada sin un plan de reemplazo claro. “Hace un año el viceministro nos pidió que sacáramos todo el carbón posible. Hoy nos tratan como si fuéramos un problema”, afirmó.
Impacto logístico y humanitario de los bloqueos
Las protestas se concentran en varios municipios del departamento, incluyendo Ventaquemada, Paipa, Sogamoso, Guacamayas, Corrales, Tópaga y Monguí. Estos puntos, clave para la conectividad entre Boyacá y otros departamentos como Cundinamarca, Casanare, Santander, Arauca y las regiones costeras, se encuentran completamente bloqueados, generando una parálisis del transporte y afectaciones en el abastecimiento de productos básicos.
En la Terminal de Transportes, los efectos son notorios. Usuarios reportan haber permanecido por horas sin información ni asistencia. “Estoy aquí desde las once de la noche con mi hijo y no ha llegado ninguna ayuda. No hay dónde sentarse, no nos dicen nada”, expresó una usuaria con destino a Duitama. Las empresas transportadoras suspendieron la mayoría de sus rutas hacia y desde el oriente del país, ante la imposibilidad de transitar por las vías bloqueadas.
Producción alimentaria en riesgo
El paro ha puesto en evidencia la dependencia de la economía nacional de regiones como Boyacá en el suministro de bienes agrícolas. El departamento es uno de los mayores productores de tubérculos, hortalizas y lácteos del país.
Las asociaciones campesinas alertan sobre el deterioro de los ingresos debido a la caída de los precios de compra, mientras los costos de producción continúan en aumento.
“La papa se está perdiendo en las bodegas. El precio ni siquiera da para pagar el transporte. Lo mismo pasa con la leche: hace dos años no sube y ya no cubre ni la comida del ganado”, indicó uno de los voceros campesinos.
En su criterio, el Gobierno ha fallado en establecer canales directos de comercialización o esquemas de compra estatal que garanticen estabilidad para el productor rural.
Reclamos por promesas incumplidas
Otro eje del descontento tiene que ver con las promesas hechas por Gustavo Petro durante su campaña presidencial en 2022. Según Pedraza y otros voceros del paro, el entonces candidato visitó minas de carbón en Paipa y se comprometió públicamente a que el Estado compraría la producción local como parte del plan de transición. “Se tomó fotos con nosotros. Dijo que compraría todo el carbón. Nada de eso pasó”, relató.
Esta percepción de abandono ha erosionado la confianza en el Ejecutivo y ha dificultado cualquier intento de instalar mesas de diálogo.
Los manifestantes consideran que la política nacional ha sido inconsistente y que se han tomado decisiones desde Bogotá sin consultar a las comunidades directamente implicadas.
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