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Silvia, Cauca: terror y muerte en medio del fuego cruzado de disidencias de Farc y Eln
Conflictos sin tregua un muerto y familias atrapadas en medio del conflicto armado.
En la región montañosa de Silvia, Cauca, ubicada en el suroeste de Colombia, la tensión está al límite. Los continuos enfrentamientos entre las disidencias de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional, Eln han dejado a la población civil en medio de un panorama de horror y desesperación.
La presencia y violencia constante de estos grupos ilegales han desatado una serie de conflictos cruentos, luchando sin tregua por el control territorial y sembrando el terror entre la población local.
De acuerdo con el último informe emitido por el Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, la comunidad indígena del resguardo de Pitayó, ubicada en el municipio de Silvia, ha sido particularmente afectada por estos enfrentamientos.
En este territorio, adultos y niños se encuentran atrapados en medio del fuego cruzado, forzando a más de 20 familias a permanecer confinadas en casas comunales.
La comunidad, desesperada, clama por auxilio. Las autoridades indígenas hacen un llamado urgente a organizaciones defensoras de los derechos humanos, al gobierno nacional y departamental, buscando protección para la población civil que se encuentra en una situación de creciente vulnerabilidad.
El pasado 1 y 2 de junio, una misión de verificación liderada por la autoridad indígena del resguardo de Pitayó, junto con el programa defensa de la vida y los derechos humanos Cric, visitó la vereda Asnenga. El objetivo: corroborar y dar fe de las difíciles condiciones que atraviesa la población civil a raíz de los fuertes combates entre grupos armados ilegales.
Durante esta misión, la comisión de derechos humanos del Cric recibió noticias de un asesinato en el Resguardo de Pitayó, en la vereda San Antonio, municipio de Silvia, Cauca. La víctima, Gerardo Perdomo, era un comunero indígena y hermano de un reconocido líder local. La noticia, además de consternar a la comunidad, puso de relieve la violencia desenfrenada que azota la región.
Los líderes indígenas aseguran que las autoridades gubernamentales ya habían sido advertidas sobre la delicada situación de orden público en la región, sin embargo, la respuesta ha sido insuficiente y tardía.
El comunicado cierra con una contundente declaración: “En lo corrido de este año ya son 47 homicidios de comuneros indígenas pertenecientes al Cric, no podemos compartir el mismo optimismo del Alto Comisionado para la Paz Danilo Rueda, en cuanto que las cifras de homicidios se han reducido este año, para el caso nuestro, se sigue manteniendo la constante de asesinatos en los últimos 4 años”.
El panorama en Silvia, Cauca es alarmante. Las disidencias y el Eln continúan su lucha a sangre y fuego por el control territorial.
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