Gremio de anestesiólogos alerta sobre el desabastecimiento de propofol y el remifentanilo

Desde el pasado mes de abril, la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (SCARE) ha venido alertando al Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) sobre el desabastecimiento de anestésicos críticos como el propofol y el remifentanilo en diversas regiones del país. A pesar de estas advertencias, la situación continúa siendo preocupante para el gremio de anestesiólogos.

El 16 de mayo, Invima confirmó que el propofol ha sido incluido en el listado de medicamentos bajo vigilancia debido a problemas de abastecimiento. Este proceso de monitoreo, que involucrará a los titulares de los registros sanitarios, se estima que podría prolongarse entre 4 y 6 semanas. Respecto al remifentanilo, la entidad ha declarado que su estado es de riesgo de desabastecimiento y está llevando a cabo varios trámites para mitigar la situación, entre ellos la posible autorización para su importación y su inclusión en el listado de medicamentos vitales no disponibles.

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Frente a la respuesta de Invima, SCARE ha emitido un llamado a la acción, solicitando medidas contundentes que incluyen la creación o reactivación de un comité especializado para el seguimiento del desabastecimiento de estos medicamentos. Además, piden celeridad en las acciones de Invima y un informe detallado sobre las causas del desabastecimiento. También solicitan la implementación de medidas para asegurar el suministro de anestésicos a las instituciones afectadas y el establecimiento de un canal de comunicación directo con los prestadores de servicios de salud para monitorear y gestionar la crisis de manera efectiva.

El impacto del desabastecimiento es evidente. SCARE sigue recibiendo reportes de desabastecimiento en departamentos como Santander, Cundinamarca, Antioquia, Nariño, Valle del Cauca, Quindío y Cesar. Uno de los casos más críticos se presenta en el Hospital Infantil Los Ángeles de Pasto, que atiende a una gran parte de la población infantil del sur del país. La escasez de anestésicos no solo está afectando la programación de cirugías, sino que también pone en riesgo la salud y la vida de los pacientes.

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