Javier Acosta: eutanasia ya fue realizada

El viernes 30 de agosto, Javier Acosta, un joven de 32 años que luchaba contra la osteomielitis desde hace cinco años, cumplió su deseo de someterse a la eutanasia, acompañado por su familia. Sus padres, hermana e hija estuvieron a su lado en los momentos finales, mientras que hinchas de Millonarios, su equipo del alma, se reunieron frente al Hospital San Ignacio para brindarle su apoyo.

Acosta, un padre soltero, salió del hospital junto a sus seres queridos para realizar el procedimiento de manera privada. "No tengo miedo", dijo días antes durante una entrevista con Noticias Caracol, donde se mostró agradecido con la vida y la Santa Muerte por permitirle elegir el momento de su partida.

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#Bogotá | “Javi no lo haga” gritan decenas de hinchas de Millonarios mientras Javier Acosta, el joven que se practicará la eutanasia en las próximas horas en el hospital san Ignacio, los saluda desde la ventana del hospital. pic.twitter.com/aNoWgwSfsq

— Andrés Prieto R. (@AndrePrietoR) August 30, 2024

En sus últimas palabras públicas, Javier reflexionó sobre la muerte como un privilegio que le permitió decidir cómo y cuándo partir, asegurando que esta experiencia le enseñó a valorar cada golpe de la vida y lo fortaleció. Agradeció su enfermedad por las lecciones aprendidas y expresó que se marchaba en paz, sin rencores, seguro de que hay una vida después de la muerte.

“Tuve el privilegio de decir ‘voy a morir sin dolor, voy a morir tal día y voy a morir a tal hora’. Es duro, pero de eso se trata la vida, de caerte y levantarte, y hacer callito en la piel. De tantos golpes te vuelves fuerte y acá estoy, no hay miedo, sino hay como como esa ansiedad, como qué va a pasar. Llevo tres noches sin poder dormir porque pienso: ¿será que hay una vida después de la muerte? ¿Qué pasará? Y es una muerte que va a durar un minuto, sesenta segundos porque me aplican la inyección”, dijo en diálogo con Noticias Caracol. 

“Le doy gracias a todos los obstáculos que tuve que pasar para llegar acá. Le doy gracias a esta enfermedad porque aprendí a valorar a mi familia, a perdonar y me voy de este mundo feliz y tranquilo”, fueron algunas de sus palabras finales, reflejando el profundo agradecimiento y la paz con la que afrontó su despedida.

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