Tres clínicas en Urabá suspenden servicios y un hospital en Quibdó declara emergencia

La prestación de servicios de salud en Antioquia y Chocó atraviesa una de sus coyunturas más críticas. Tres hospitales en el Urabá antioqueño suspendieron la atención a pacientes de la Nueva EPS y Savia Salud, mientras que en Quibdó el Hospital San Francisco de Asís declaró la emergencia por la sobreocupación y la falta de insumos.

En el caso del Chocó, el San Francisco de Asís, principal centro asistencial del departamento, reportó que las urgencias de adultos superan el 280 % de su capacidad, debido al cierre de varias IPS privadas. La situación se agrava por el desabastecimiento nacional de medicamentos y por problemas de orden público, como la quema de camiones, que han reducido al mínimo los inventarios de insumos.

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“Esta declaratoria de emergencia nos permite articular acciones con otras instituciones, optimizar los recursos que ya tenemos y gestionar recursos de manera adicional”, señaló Natalia Mazo, gerente del hospital.

Mientras tanto, en el Urabá, la Clínica La Chinita en Apartadó dejó de recibir pacientes de la Nueva EPS por deudas que superan los 15.000 millones de pesos. A esta se suman la Clínica Fundadores, que restringió servicios a afiliados de Savia Salud, y la Clínica Urabá, que afronta dificultades para pagar a su personal por millonarias cuentas pendientes.

La situación genera temor de un posible colapso en la Clínica Panamericana, a donde son remitidos la mayoría de los pacientes y que ya opera con una ocupación del 140 % en urgencias y del 95 % en hospitalización. La institución anunció medidas de control más estrictas en las admisiones y en los triajes para evitar un desborde aún mayor.

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