Christian Brueckner, el principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann

El nuevo sospechoso de la muerte y desaparición de la niña Madeleine McCann, fue identificado como el preso alemán Christian Brueckner, quien tiene un amplio historial delictivo y le habría confesado a un amigo que estuvo involucrado en el caso.

Fuentes de la policía indicaron que el sujeto estaba cerca de la casa donde se vio por última vez a la niña en Portugal. 

La Fiscalía de Braunschweig, Alemania, la Policía Metropolitana británica y la Policía Judicial portuguesa buscan testigos para tratar de aclarar dónde estuvo el sospechoso el día de la desaparición de la pequeña, el 3 de mayo de 2007, entre las 21:10 y las 22 horas. 

Su primer juicio por un delito sexual fue en 1994, cuando tenía 17 años, lo condenaron en Baviera por abusar de un niño. El último caso relacionado con menores fue un proceso por tenencia de pornografía infantil en 2016.

Durante las primeras semanas de la desaparición de McCann se mudó y volvió a Alemania, donde cometió crímenes vinculados con el narcotráfico.

El Daily Mail reportó que un amigo de Brueckner informó a la policía de que el sospechoso le confesó en 2017, que “sabía lo que había pasado” con la niña, mientras la televisión mostraba un especial por los 10 años del caso. En esa conversación, le mostró un video de él violando a una mujer.

Actualmente cumple condena por una violación cometida en 2005 en Portugal, cuya víctima fue una estadounidense de 72 años, a la que ató, pegó, agredió sexualmente y finalmente robó. No fue detenido y procesado hasta diez años después.

“Asumimos que la niña está muerta”, dijo el jueves Christian Wolters, portavoz de la fiscalía de Braunschweig, en el norte de Alemania.

Madeleine McCann desapareció de un complejo turístico de Praia da Luz, en el Algarve (sur de Portugal), mientras sus padres cenaban con unos amigos en un restaurante cercano. En los últimos años se han difundido imágenes con el que podría ser su aspecto actual, como una muchacha de 17 años.

Gerry y Kate McCann, padres de la menor, afirmaron a un portavoz de la BBC que “Sólo quieren saber qué le pasó a su hija, averiguar la verdad y llevar a los responsables ante la Justicia”. “No han perdido la esperanza de encontrarla viva, a pesar del paso del tiempo” pero “son realistas”, agregó.