“55 casos en los que se comerciaba ilegalmente con elefantes. Probablemente esto sea una subestimación debido a la tasa de mortalidad de los elefantes durante las operaciones de captura y los desafíos para recopilar datos sobre este comercio ilícito altamente organizado. Más del 50% de ellos eran menores".
De esta forma, la investigación pudo determinar que fueron capturados más elefantes en 2014 y 2015 que en los otros períodos combinados. "Encontramos evidencia de la captura ilegal de elefantes salvajes de áreas protegidas de vida silvestre y bosques estatales", se lee en el informe.
Por otro lado, se identificaron evidencias de corrupción en los oficiales de vida silvestre, así como la participación de políticos y otro personal de alto rango en el comercio ilegal de vida silvestre y la falta de aplicación activa de la ley de vida silvestre.
Estos vendrían siendo los "desafíos importantes a superar si la captura ilegal y el comercio nacional de especies silvestres los elefantes en Sri Lanka serán detenidos". Pues dentro de la base del estudio, "hacemos una serie de recomendaciones y esperamos que esta información se utilice en la implementación de políticas para reducir el tráfico de elefantes asiáticos y el manejo de la conservación de la especie”, dice la investigación.
Además con el artículo de investigación publicado en 2015 se observó que el último nacimiento de elefante en cautiverio se registró en 1994. "Sin embargo, el informe presentado al Tribunal de Magistrados por el Director General del Departamento de Conservación de la Vida Silvestre (DWC) el 9 de julio de 2015 afirmó que se habían presentado 37 solicitudes para el registro de crías de elefante nacidas en cautiverio durante el período de 2000 a 2015. Esto levanta una seria sospecha sobre el origen de estas 37 crías de elefante”, dice el informe.
Por otro lado, se pudo constatar que ciertos oficiales de vida silvestre habían ayudado al registro fraudulento de elefantes. Así, se faciliaban “los registros fraudulentos y los problemas de licencias, ciertos oficiales corruptos en DWC han mantenido archivos sin elefantes y archivos donde se ha reportado la muerte de elefantes sin cerrar o revocar dichos archivos”, observó el Research Paper.
Así mismo, el Departamento del Auditor General estaba realizando una investigación sobre el registro fraudulento de elefantes mediante la presentación de documentos falsos y falsificados y se aseguró que “Se borraron las entradas originales y se escribieron nuevas entradas sobre estos borrados. Las fotografías de elefantes de los archivos más antiguos se han eliminado y se han reemplazado por nuevas fotografías de otros elefantes".
Respecto al transporte de los animales, los hallazgos del equipo de investigación pudo evidenciar que era transportados desde su hábitat natural en jeeps y camionetas con vidrios polarizados. “También se utilizaron camiones contenedor para terneros y juveniles. Ciertas figuras famosas de la sociedad, incluidos hombres de negocios, políticos, monjes, funcionarios gubernamentales, magistrados, empresarios del turismo, supuestamente participaron en el comercio de elefantes vivos en Sri Lanka ”, indica el informe.
Con información de Nature Conservation