Falleció Inés Naranjo de Naranjo, una de las fundadoras de Danaranjo

De belleza excepcional como buena hija de Salamina, Caldas y amante de los tangos. Pero con el carácter, disciplina, tenacidad y la dulzura propia de las matriarcas de antaño. Así describen sus familiares y amigos a Inés Naranjo de Naranjo, esposa de José David Naranjo Molina; un emprendedor de Calarcá, Quindío, quien fundó la empresa Danaranjo en 1940.

Durante casi seis décadas esta marca fue ícono en el mundo de las papelerías y las artes gráficas. Lo que inició como una tienda de abarrotes al que se le incorporó papel y luego dos guillotinas para cortarlo según las necesidades de los clientes terminaría siendo una de las grandes empresas del país.

Del corazón del centro de Bogotá en San Victorino y llamarse Gran papelería Danaranjo a Industrias Danaranjo y luego Danaranjo S.A con sedes no solo en la capital si no también en otras ciudades.

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Su lema, una filosofía empresarial y una pieza perfecta de publicidad Danaranjo, la mejor impresión de Colombia, se convirtió casi que en una doctrina en administración.

Como lo mencionó en varias entrevistas, en la década de los ochenta Naranjo Molina, “los mejores negocios no se aprenden en Harvard” un pensamiento que decantaba la visión de este hombre qué pasó de los abarrotes a crear un emporio en el mundo de los impresores y que durante muchos años no parecía tener contendor.

Con reconocimientos especiales fruto de su admirada labor. En múltiples ocasiones fue exaltado por varios jefes de Estado como empresario del año. 

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Fundada por José David Naranjo Molina, la firma reinó en el ámbito de la impresión, formas continuas y hasta cuadernos con su marca Betsy Clark; luego se abrieron paso en el mercado de impresión de los directorios, los denominados paginas amarillas y páginas blancas, un libro de obligatoria consulta en cada ciudad en el que se buscaban los números de teléfono de personas, entidades publicas y comercio. 

En 1993 José David Naranjo falleció y el control de la empresa la asumió su esposa Inés Naranjo y sus hijos María Antonieta, Francia y Henry.

Sin embargo, la crisis que atravesó el sector y el país, los dejó al filo de ley  550 de 1999 de reactivación económica  y aunque salió a flote gracias a las dos hermanas, fue vendida años después por la familia a un empresario del sector.

Este miércoles 14 de agosto, la matriarca de la familia, Inés Naranjo de Naranjo falleció a los 90 años de edad, dejando el recuerdo de un legado empresarial.

La misa exequial se llevará a cabo este jueves 15 de agosto en la Capilla de los Santos Apóstoles del Gimnasio Moderno.

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