El sector cafetero en Colombia traza su hoja de ruta para el próximo año fiscal

La Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC) definió esta semana su plan estratégico para el año fiscal 2024-2025, que inició el pasado 1 de octubre y se extenderá hasta el 30 de septiembre de 2025. 

Durante el Congreso Nacional de Cafeteros, 90 representantes del gremio se reunieron para discutir y aprobar los lineamientos que marcarán el desarrollo del sector en áreas clave como producción, gestión ambiental, desarrollo social, finanzas, comercialización y diversificación de negocios.

Germán Bahamón, gerente general de la FNC, destacó que el sector cafetero no solo ha consolidado su tradicional modelo de venta de café pergamino, sino que ha dado pasos significativos hacia la utilización integral de la cereza del grano. Este enfoque innovador incluye el aprovechamiento de subproductos como la pulpa y el mucílago, que ahora se destinan a industrias emergentes en salud, energía y licores. Esta estrategia busca generar nuevos ingresos y diversificar las oportunidades económicas para los caficultores.

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En cuanto a los logros financieros, Buencafé, la fábrica de café liofilizado de la Federación, reportó utilidades por 35 millones de dólares, mientras que Almacafé generó ganancias de $28.500 millones. Este último ha fortalecido su papel como centro logístico del sector, avanzando en modelos innovadores de transporte, trilla, empaque y exportación, lo que lo consolida como un eslabón clave en la cadena de valor del café colombiano.

Durante el año 2024, la producción nacional alcanzó los 11,5 millones de sacos de 60 kilogramos, enfrentando desafíos significativos en el ámbito internacional, como las fluctuaciones en los precios del mercado global y la creciente competencia de otros países productores. 

A pesar de estas dificultades, los principales destinos de exportación, como Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Alemania y Japón, mantuvieron su importancia para la industria.

Sin embargo, uno de los objetivos centrales del nuevo plan es la expansión hacia nuevos mercados, especialmente en Medio Oriente, una región identificada por su alto potencial de crecimiento en la demanda de café colombiano. Según la FNC, este esfuerzo es crucial para diversificar los ingresos del sector y fortalecer su posición frente a la competencia internacional.

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