Publicidad
Publicidad
El pasado judicial del pescador que defendió Petro reaviva la polémica por el ataque de EE. UU. en el Caribe
Alejandro “Coroncoro” Carranza fue condenado por el robo de 264 armas de la Policía de Santa Marta.

El ataque aéreo ejecutado por Estados Unidos el pasado 16 de septiembre sobre una lancha en aguas del Caribe desató una tormenta diplomática entre Bogotá y Washington. El presidente Gustavo Petro denunció una “violación a la soberanía nacional” y aseguró que el bombardeo había acabado con la vida de un “pescador inocente”.
El hombre al que se refería el mandatario era Alejandro Andrés Carranza Medina, conocido como ‘Coroncoro’, un samario de 40 años cuya familia lo describió como un trabajador del mar. “Era un pescador, no un narcotraficante”, afirmó Petro, exigiendo explicaciones al gobierno estadounidense y a la Fiscalía colombiana.
Sin embargo, poco después de las declaraciones del jefe de Estado, se conoció que Carranza había estado involucrado en un escándalo judicial ocurrido en 2015: el robo de 264 armas incautadas a bandas criminales dentro de la Policía Metropolitana de Santa Marta. En ese caso, ‘Coroncoro’ fue el único civil procesado y condenado por delitos de concierto para delinquir, falsedad en documento público y hurto agravado.
Lea también: (Corredor murió tras colapsar en la Carrera Allianz 15K Bogotá)
De acuerdo con los registros judiciales, la investigación reveló una red de corrupción integrada por varios uniformados de la Sijín, que desviaban el armamento hacia grupos criminales a cambio de dinero. Carranza fue señalado de actuar como enlace civil en la transacción con Los Pachenca, estructura conocida hoy como las Autodefensas Conquistadores de la Sierra.
En su barrio de Gaira, sin embargo, la imagen era distinta. Vecinos y familiares lo recuerdan como un hombre tranquilo que salía a pescar al amanecer. Su prima, Audenis Manjarres, relató que reconoció su lancha en los videos difundidos tras el ataque: “El motor estaba levantado, eso significa que estaba varado, no huyendo”.
Mientras el presidente Petro sostiene que la embarcación “estaba a la deriva y en aguas colombianas”, fuentes militares de Estados Unidos aseguran que se trataba de una operación antidrogas y que la lancha transportaba cocaína hacia su territorio. Hasta el momento, no se han divulgado pruebas públicas que respalden esa versión.
Expertos en derecho internacional advierten que, más allá del pasado judicial del fallecido, el caso plantea un debate sobre los límites de la jurisdicción y la soberanía. “El punto central es si un país extranjero puede atacar una embarcación colombiana sin notificación ni autorización”, indicó el analista Gabriel Jiménez Peña.
Entre las versiones cruzadas, la muerte de Alejandro “Coroncoro” Carranza deja en evidencia la fragilidad de la relación entre Colombia y Estados Unidos, en un contexto marcado por tensiones diplomáticas, operaciones conjuntas antidrogas y una creciente desconfianza sobre los alcances de la cooperación militar.
Otras noticias
Etiquetas