La JEP acepta excepcionalmente el sometimiento de Salvatore Mancuso

La Justicia Especial de Paz (JEP) ha tomado una decisión excepcional al aceptar el sometimiento de Salvatore Mancuso como sujeto incorporado a la fuerza pública, reconociendo su función como punto de conexión entre paramilitares y la fuerza pública en el periodo comprendido entre 1989 y 2004.

Primer rechazo de la JEP a Mancuso

Esta aceptación representa un cambio significativo, ya que en 2020 la JEP había rechazado inicialmente el sometimiento de Mancuso al considerar que su rol era el de un "miembro orgánico de la estructura criminal". Sin embargo, la reciente decisión se basa en la evaluación de los aportes de verdad entregados por el exjefe paramilitar durante diversas declaraciones virtuales.

La JEP determinó que Mancuso ejerció un papel crucial como bisagra o punto de conexión entre los grupos paramilitares y los agentes de Estado, sirviendo como nexo estratégico durante el periodo mencionado. Esta reconsideración se suma a los esfuerzos de la JEP por obtener una comprensión más completa de los acontecimientos relacionados con el conflicto armado en Colombia.

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Mancuso, quien previamente solicitó su sometimiento como tercero civil colaborador o financiador del paramilitarismo entre 1989 y 1997, ha realizado varias declaraciones virtuales ante la JEP. Durante estas declaraciones, ha reconocido vínculos entre paramilitares, políticos y empresas, proporcionando información relevante sobre crímenes cometidos durante el conflicto armado y revelando detalles inéditos, como la existencia de desaparecidos en Venezuela.

Solicitud de extradición de Mancuso a Colombia

La aceptación excepcional de Mancuso en la JEP se produce en medio de la solicitud de extradición por parte del Gobierno colombiano, presidido por Gustavo Petro, quien lo designó como "gestor de paz". Es importante destacar que esta designación no exime a Mancuso ni a otros exmiembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) de responsabilidades penales, y el proceso legal continuará su curso.

A pesar de estos avances, el presidente Petro ha señalado que el proceso de paz con los paramilitares aún no ha concluido, subrayando que la verdad completa aún no se conoce. Además, expresó su preocupación por la posible reciclación del paramilitarismo en nuevos grupos herederos, señalando desafíos continuos en la búsqueda de la verdad y la justicia.

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