La otra cara de Zulma Guzmán señalada de envenenar dos menores con talio en unas frambuesas

Zulma Guzmán Castro, la empresaria que presentó su proyecto de movilidad ante inversionistas de Shark Tank Colombia, es ahora señalada por la Fiscalía General de la Nación como presunta responsable del envío de un alimento contaminado que causó la muerte de dos niñas en Bogotá.

La fundadora de la plataforma CarB, una aplicación destinada al alquiler por horas de vehículos particulares, eléctricos y de gasolina, enfrenta una investigación penal en curso.

Las autoridades la vinculan con el envenenamiento ocurrido el 4 de abril de 2025, tras la entrega de un paquete que contenía frambuesas con talio a una residencia en el norte de la ciudad, donde se encontraban las menores.

Como parte del proceso judicial, fue emitida una circular roja de Interpol con fines de localización y captura.

El emprendimiento que la ubicó en la esfera pública comenzó con el desarrollo de una plataforma para movilidad compartida.

En 2021, Guzmán Castro participó en el programa televisivo Shark Tank Colombia, donde presentó su iniciativa como la primera de su tipo en el país. En la grabación de su intervención, explicó que la plataforma permitía a los usuarios alquilar vehículos por medio de una aplicación, sin necesidad de pasar por los trámites tradicionales de arrendamiento.

Detalló que la tarifa incluía combustible, seguros y otros servicios, y que el modelo se basaba en un sistema de membresías y pagos por uso.

Durante la sesión con los inversionistas, expuso que su flota en ese momento estaba compuesta por diez carros a gasolina y doce eléctricos, con proyecciones de aumentar esa cantidad en los meses siguientes.

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Mencionó una alianza con una cadena de comercio y una empresa del sector energético, que les había permitido ampliar su oferta de autos eléctricos. Su participación generó preguntas sobre la escalabilidad del modelo y los filtros aplicados para evitar actividades ilícitas.

En respuesta, Guzmán indicó que el sistema validaba a los usuarios con base en su edad, licencia vigente y comportamiento financiero.

Durante su intervención, también relató que la idea había surgido tras conversar con su hermana, residente en Barcelona, quien le sugirió estudiar modelos de carsharing aplicados en otras ciudades.

A partir de ese momento, decidió abandonar su empleo anterior y centrarse en la implementación del proyecto.

A lo largo de varios años, CarB alcanzó cerca de cinco mil usuarios registrados y una flota de aproximadamente sesenta vehículos.

La emprendedora señaló que, aunque el negocio había demostrado viabilidad técnica, requería una expansión mucho mayor en flota para ser sostenible desde el punto de vista financiero.

En una entrevista posterior concedida al canal de YouTube Verdades Incómodas, Guzmán compartió aspectos adicionales sobre la fase inicial del proyecto.

Indicó que comenzó con sus propios recursos y sin socios, situación que, según sus palabras, dificultó la toma de decisiones y la administración de las dificultades.

Señaló que intentó posicionarse rápidamente en el mercado antes de que otras personas capitalizaran su idea.

Añadió que logró captar la atención de medios de comunicación y obtener apoyo logístico de terceros interesados en el modelo, que le facilitaron automóviles para ser incluidos en la plataforma.

Las acusaciones en su contra surgen en un momento en que la Fiscalía afirma tener elementos materiales probatorios que la vinculan directamente con el envío del alimento contaminado.

El organismo sostiene que cuenta con registros que permiten establecer su presunta responsabilidad en el hecho, aunque Guzmán no ha emitido declaraciones públicas directas sobre el proceso penal.

Su defensa ha recurrido a redes sociales para responder de manera general a los señalamientos, sin que hasta el momento se conozca su paradero exacto.

Antes de la apertura del proceso judicial, Guzmán contaba con un perfil profesional consolidado.

Es economista y cursó un programa de maestría en administración de empresas en dos instituciones de los Estados Unidos: Columbia Business School y la Haas School of Business, adscrita a la Universidad de California en Berkeley.

Su trayectoria incluye más de una década en cargos relacionados con urbanismo, sostenibilidad y responsabilidad social corporativa.

En el sector público y privado ha ocupado posiciones directivas en iniciativas de renovación urbana, proyectos ambientales y estudios de competitividad.

Fue cofundadora de Urbia Innovación Urbana, dirigió la Asociación Latinoamericana de Economistas Ambientales y de Recursos Naturales, y presidió la firma Integra Seguridad S. A.

El emprendimiento CarB, posteriormente renombrado como Carbee, finalizó operaciones sin lograr la escala necesaria para competir con plataformas de transporte tradicionales.

La propia fundadora señaló en sus intervenciones públicas que este tipo de modelos, incluso en países con mayor desarrollo tecnológico, enfrentan dificultades para alcanzar rentabilidad sin contar con un volumen de vehículos significativo.

A pesar de las alianzas estratégicas que logró establecer, la necesidad de inversión constante, las trabas regulatorias y las limitaciones del mercado local obstaculizaron su crecimiento.

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