Récord en corrupción: exsenador Mario Castaño condenado a 15 años de prisión por 19 delitos

En un hito para la justicia colombiana, la Corte Suprema ha condenado al exsenador Mario Castaño a 15 años de prisión, exponiendo uno de los casos más alarmantes de corrupción en la política del país. 

Según la Corte Suprema, Castaño lideraba una red criminal responsable de múltiples delitos que involucraban contratos gubernamentales multimillonarios, resultando en su condena por 19 delitos relacionados con concierto para delinquir. Además, se le impuso una multa que supera los $1.000 millones.

Mario Alberto Castaño Pérez, una figura política liberal prominente en Caldas, ha sido señalado como el cerebro detrás de una red de corrupción gigantesca. Su esquema consistía en rastrear y apropiarse de recursos y contratos públicos en varios departamentos, lo que finalmente condujo a su caída.

El impacto de sus acciones ha dejado una mancha en la política colombiana, con Castaño desenmascarado como un perpetrador principal en uno de los peores escándalos de corrupción del país.

Este excongresista liberal no era solo un jugador en esta red de corrupción, sino que también tenía un papel crucial en la demanda de coimas para la entrega de contratos lucrativos y convenios por prestación de servicios en ministerios y entidades estatales. 

Aunque los detalles completos de sus transgresiones son muchos, entre los delitos que se le imputan se incluyen el peculado por apropiación e interés indebido en la celebración de contratos.

En una audiencia privada celebrada el 21 de septiembre de 2022, Castaño reconoció su culpabilidad en varios delitos graves. Entre estos se incluyen el concierto para delinquir agravado, interés indebido en la celebración de contratos, peculado por apropiación, estafa agravada y concusión. Tras admitir su culpabilidad, solicitó una sentencia anticipada.

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La red de corrupción de Castaño se extendía hasta un grupo de alcaldes, funcionarios y particulares. Juntos, se apoderaron de recursos multimillonarios de la administración pública provenientes del patrimonio del Estado. Nova Lorena Cañón, su mano derecha en la organización criminal, fue fundamental para destapar las acciones ilícitas de Castaño.

Nova Lorena Cañón, tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía, proporcionó evidencia que confirmaba la forma irregular en la que se habían exigido sobornos para negociar los contratos y la obtención de una comisión del 10% sobre el valor total de los mismos. 

Esta red criminal, liderada por Castaño, se dedicaba al saqueo del erario a través de la contratación en varios departamentos, incluyendo Caldas, Cauca, Chocó, Risaralda, Tolima y Valle del Cauca.

La situación que salió a la luz y causó graves problemas al senador liberal Mario Castaño, reconocido como uno de los poderosos líderes políticos del Eje Cafetero, quien recientemente fue reelegido con un impresionante número de 68.351 votos, ha sido claramente expuesta según la justicia y el extenso expediente en manos de la Fiscalía, ahora en posesión de la Corte Suprema. 

No hay dudas de que se trata de una organización criminal que gira en torno a este político que busca su tercer mandato. Este grupo, junto con el líder, ha utilizado los cupos indicativos para asegurar la financiación de proyectos dentro de entidades gubernamentales y ha mostrado un interés indebido en varios proyectos y contratos.

Mario Alberto Castaño Pérez nació el 8 de diciembre de 1971 en Pácora, Caldas, Colombia. Es un profesional en el campo de la contaduría y la administración, así como político en su país. Durante su carrera, ha ocupado diversos cargos en el sector público y ha estado involucrado en actividades docentes.

Inició su formación académica en la Universidad de Manizales, donde estudió contaduría. Posteriormente, continuó su educación y obtuvo una maestría en gerencia financiera en la Universidad Autónoma de Manizales. También se especializó en magíster de administración en el Instituto Tecnológico de Monterrey en México.

Comenzó su trayectoria profesional en el ámbito de la contabilidad, desempeñándose como pagador auxiliar y auxiliar contable en la Gobernación de Caldas. Con el tiempo, ascendió en su carrera y ocupó puestos como subjefe de contabilidad y presupuesto en Empocaldas, una empresa encargada del suministro de agua en varios municipios del departamento de Caldas. 

También tuvo roles destacados como coordinador de costos, jefe en la oficina financiera y comercial en la Industria Licorera de Caldas. Durante su tiempo en esta última institución, también participó en actividades sindicales relacionadas con la industria de bebidas alcohólicas y fermentadas.

En 2010, incursionó en el ámbito académico como docente de contabilidad en la Universidad Autónoma de Manizales, compartiendo sus conocimientos con futuros profesionales en el campo.

En 2014, Mario Alberto Castaño Pérez decidió involucrarse en la política y se postuló como Representante a la Cámara por Caldas, respaldado por el Partido Liberal Colombiano y con el apoyo de Simón Gaviria, hijo del expresidente César Gaviria Trujillo. 

Durante su mandato como Representante a la Cámara, destacó por su liderazgo y se convirtió en el representante más votado de Caldas, obteniendo una sólida posición dentro de la colectividad política.

En 2018, Castaño Pérez decidió dar un paso adelante y se postuló para el Senado de Colombia, nuevamente respaldado por el Partido Liberal Colombiano. 

La posibilidad de que Mario Castaño enfrentara la pérdida de su investidura representativa en 2018, centró la atención de los medios. Este escenario surgió debido a las notorias inasistencias de Castaño a las sesiones plenarias del Congreso, que dieron lugar a una demanda admitida por el Consejo de Estado.

El propio Consejo de Estado, en su calidad de máxima autoridad en la jurisdicción administrativa, estableció que Castaño llevaba lidiando con problemas de salud desde 2004. 

Estas afecciones le impedían asistir regularmente a las sesiones, una circunstancia que, según la normativa constitucional y legal, requería una consideración especial. 

El Consejo de Estado también aclaró que las frecuentes ausencias de Castaño, justificadas por su estado de salud, no le eximían de su obligación de justificar cada inasistencia de acuerdo con la Ley 5 de 1992 y el Reglamento de la Cámara de Representantes. Finalmente, el Consejo de Estado decidió preservar la investidura de Castaño. 

Fue elegido para el período 2018-2022 y posteriormente reelegido para el período 2022-2026. En esta última elección, obtuvo una destacada votación de 68.351 votos, lo que demostró su respaldo popular y le permitió asumir su cargo el 20 de julio.

La decisión de la Corte Suprema de Justicia termina con la carrera política de Mario Castaño, un sinónimo de la corrupción en Colombia.
 

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