Bombardeos en Líbano provocan un millón de desplazados

La ofensiva militar de Israel contra el Líbano, que ya lleva dos semanas, ha dejado cerca de un millón de desplazados. El primer ministro libanés, Najib Mikati, advirtió sobre la grave situación que enfrenta el país y reafirmó que la única salida viable es la diplomacia. 

 

El sur y el este del Líbano, así como los suburbios de Beirut, han sido los principales objetivos de los intensos bombardeos. Mikati, en una conferencia de prensa, describió esta operación como la mayor ola de desplazamiento en la historia del Líbano. Según sus declaraciones, las prioridades actuales incluyen proporcionar refugio, alimentos y servicios sanitarios en los centros de acogida.

Mikati insistió en que la diplomacia es el único camino posible para superar esta crisis. Reiteró la necesidad de aplicar la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que busca mantener la paz en la región. 

 

"El Líbano sigue confiando en la comunidad internacional y la legitimidad de la ONU, no en la ley del más fuerte", afirmó. Con menos de seis millones de habitantes, el Líbano ha tenido que habilitar cientos de refugios para los desplazados. 

 

 

Sin embargo, diversas ONG han denunciado la falta de servicios básicos y el hacinamiento en estos centros. Según informes oficiales, más de 116.000 personas están albergadas en 777 refugios, muchos de los cuales ya han alcanzado su capacidad máxima.

El gobierno ha tomado medidas para facilitar la llegada de ayuda humanitaria, eliminando impuestos sobre donaciones provenientes del exterior. No obstante, los problemas logísticos y la precariedad en los refugios siguen siendo una preocupación creciente. Israel continúa sus ataques contra las posiciones del grupo chií Hizbulá, lo que ha exacerbado la crisis humanitaria en la región. 

 

El panorama es sombrío, y los llamados a la paz desde la comunidad internacional parecen ser la única esperanza para poner fin a esta escalada de violencia que sigue afectando a miles de civiles.