Colombia pide a la ONU retirar la hoja de coca de la lista de sustancias dañinas

En un histórico discurso ante la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, la canciller colombiana, Laura Sarabia, presentó una propuesta para retirar la hoja de coca de la lista de sustancias más dañinas. Esta iniciativa busca replantear el enfoque global sobre los cultivos ilícitos y ofrecer alternativas sostenibles para las comunidades que dependen de ellos.

Sarabia destacó que "la guerra contra las drogas ha resultado en mayores afectaciones que resultados positivos", subrayando la necesidad de un cambio en las políticas internacionales. La propuesta colombiana no busca detener la erradicación de cultivos ilícitos, sino encontrar soluciones integrales que aprovechen el potencial de la hoja de coca en aplicaciones industriales y económicas.

Dos propuestas clave

La canciller presentó dos propuestas principales ante el pleno de la ONU. La primera busca la exclusión de la hoja de coca de la lista de sustancias más dañinas, argumentando que, en su estado natural, la planta no representa un riesgo para la salud. "Solo podremos arrancar la mata si usamos su potencial en aplicaciones industriales como fertilizantes y bebidas", afirmó Sarabia.

Además, recalcó que esta solicitud está respaldada por estudios científicos y por el marco legal vigente. La hoja de coca ha sido utilizada tradicionalmente por comunidades indígenas y campesinas en países como Colombia, Perú y Bolivia, tanto por sus propiedades medicinales como por su valor cultural.

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La segunda propuesta se enfoca en ofrecer alternativas rentables y rápidas para las comunidades que dependen de los cultivos ilícitos. Sarabia enfatizó la necesidad de financiamiento internacional para proyectos de sustitución de cultivos, que permitan a los agricultores transitar hacia actividades legales y sostenibles.

Un llamado a la comunidad internacional

En su intervención, la canciller colombiana recordó que el país ha cumplido "a cabalidad" con el régimen global de drogas, invirtiendo miles de millones de dólares en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, estos esfuerzos no han logrado reducir significativamente el consumo, la producción y el tráfico de drogas. "El modelo actual no arroja los resultados esperados", afirmó.

Sarabia también señaló que el narcotráfico ha frenado el desarrollo económico y social en varias regiones del país, victimizando a millones de personas y fortaleciendo a grupos criminales. "Es necesario un enfoque más humano y realista que priorice el bienestar de las comunidades afectadas", agregó.

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