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Estados Unidos advierte por suspensión de extradiciones y cultivos de coca en Colombia

Tensiones entre los dos países por política de “paz total” y narcotráfico.

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Por Agencia Periodismo Investigativo | Dom, 27/07/2025 - 19:28 Créditos: Casa Blanca. Archivo particular

Estados Unidos reiteró que Colombia sigue siendo uno de sus aliados estratégicos en la región, aunque reconoció que la relación bilateral atraviesa un periodo de tensiones que no se registraban desde hace décadas.

Así lo manifestó John McNamara, jefe de la misión diplomática estadounidense en Bogotá, en una entrevista concedida a El Tiempo, en la que detalló los puntos de fricción que generan preocupación en Washington respecto a algunas políticas del gobierno del presidente Gustavo Petro.

McNamara, con amplia trayectoria en Colombia como diplomático y militar, indicó que si bien los vínculos económicos y de cooperación continúan siendo sólidos, existen señales de alerta en áreas relacionadas con la lucha contra el narcotráfico, la política de extradición y las iniciativas legislativas ligadas a los procesos de “paz total”. A su juicio, estas situaciones han producido tensiones que no se observaban con igual intensidad desde hace varios años.

El diplomático comparó la relación actual con un avión en turbulencia, afirmando que ambos gobiernos, como copilotos, deben coordinar esfuerzos para estabilizar la situación y mantener los compromisos históricos.

Aunque evitó referirse directamente a la propuesta de una comisión del Congreso estadounidense de reducir asistencia económica a Colombia, expresó que la “retórica pública” de algunos miembros del gobierno colombiano genera inquietud, pues podría afectar el diálogo entre ambas administraciones.

Uno de los asuntos que más inquieta a Washington es la decisión de suspender temporalmente extradiciones de narcotraficantes involucrados en negociaciones de paz.

McNamara recordó que Colombia ha sido un aliado constante en esta materia, con 169 extradiciones efectuadas durante 2024, pero advirtió que existe temor de que organizaciones criminales utilicen dichos procesos como mecanismos para evadir la justicia.

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Aclaró que Estados Unidos respalda las iniciativas de paz, siempre que estas no se conviertan en una vía para que quienes continúan cometiendo delitos eviten sanciones.

La inquietud también alcanza el crecimiento de los cultivos de coca, que actualmente superan las 250.000 hectáreas.

Aunque reconoció que el gobierno colombiano promueve medidas para proteger a las comunidades rurales, enfatizó que la expansión de estas siembras incrementa la corrupción, la violencia y el control territorial ejercido por grupos armados ilegales.

Según McNamara, la meta de erradicar 30.000 hectáreas en 2025 es un objetivo que avanza con lentitud y que requiere mayor articulación para obtener resultados efectivos.

En cuanto a la propuesta legislativa que otorgaría beneficios judiciales a cabecillas del narcotráfico como parte de la “paz total”, McNamara se abstuvo de emitir un juicio directo, subrayando el respeto de su país por la soberanía colombiana.

Sin embargo, señaló que Estados Unidos observa de cerca los alcances de dicha ley, en especial por sus implicaciones en justicia, reparación a víctimas y extradición.

Frente a la posibilidad de que líderes como alias “Chiquito Malo”, del Clan del Golfo, reciban reducciones de penas y retengan parte de sus bienes ilícitos, destacó que cualquier acuerdo debe priorizar los derechos de las víctimas y ser evaluado con rigor para no debilitar los compromisos bilaterales.

McNamara reafirmó que, pese a las tensiones políticas, Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial de Colombia en América Latina.

El intercambio bilateral superó los 55.000 millones de dólares en 2024, con EE. UU. como mayor inversionista extranjero en el país y principal destino de sus exportaciones, en particular agrícolas.

Además, más de un millón de ciudadanos estadounidenses visitaron Colombia en el último año, lo que, según el diplomático, evidencia un grado significativo de confianza mutua.

No obstante, advirtió que la administración del presidente Donald Trump observa con cautela algunas medidas comerciales adoptadas por Colombia, como la postergación de regulaciones que afectan la importación de automóviles estadounidenses hasta septiembre.

Aseguró que estas decisiones generan incertidumbre en el sector privado, que podría reconsiderar sus exportaciones si no se logra una solución concertada.

En relación con el comercio con China, McNamara afirmó que la relación con Estados Unidos ofrece mayor valor agregado, reglas claras y principios democráticos compartidos.

Señaló que el mercado estadounidense absorbe el 40 % de las exportaciones agrícolas colombianas, mientras que China solo representa el 2 %, y que la inversión estadounidense es 37 veces superior a la china en Colombia.

Destacó que la decisión sobre con quién fortalecer vínculos comerciales corresponde a las autoridades colombianas, pero insistió en que Estados Unidos es un socio con trayectoria de cooperación y estabilidad.

El diplomático concluyó su intervención recordando los más de dos siglos de historia compartida entre ambas naciones y el respaldo brindado por Washington en etapas críticas del conflicto armado colombiano.

Subrayó que, a pesar de las diferencias actuales, su gobierno está dispuesto a mantener y fortalecer la cooperación con la administración Petro, con el sector empresarial y con la sociedad civil para preservar una relación estratégica que considera esencial para ambos países.

 

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