Publicidad
Publicidad
"A Petro el vestido de presidente le queda chiquito", Carlos Vicente de Roux sobre gestión del mandatario
El exconcejal de Bogotá revela preocupantes detalles sobre la administración del presidente Petro, destacando su tolerancia a la corrupción y su visión mesiánica.
En una reveladora entrevista con el periódico El Espectador, el exconcejal de Bogotá Carlos Vicente de Roux ha expuesto su mirada crítica sobre la administración del presidente Gustavo Petro. Con una historia de colaboración en la defensa de la Constitución de 1991 y los derechos humanos, de Roux ofrece un análisis profundo y personal de la evolución de Petro como líder político.
De Roux rememora una época en la que Petro era un ferviente defensor de la justicia y la equidad social. Sin embargo, con el paso del tiempo y su llegada a la Alcaldía de Bogotá, las percepciones del exconcejal cambiaron drásticamente. "Me decepcionó porque permitió que desde su entorno se aprovecharan de recursos públicos", afirmó de Roux, señalando la implicación de miembros de la familia política de Petro en actos de corrupción.
Aunque Petro no intervino directamente en los actos corruptos, de Roux sugiere que el entonces alcalde toleraba estas acciones y, de alguna manera, se beneficiaba indirectamente. "Pertenece a la categoría de los gobernantes que miran para otro lado cuando saben o sospechan de corrupción", declaró.
El exconcejal también critica los controvertidos nombramientos realizados por Petro, incluyendo figuras como Carlos Ramón González y Jaime Dussán. Estas decisiones, según de Roux, reflejan una administración que a menudo favorece intereses cuestionables y clanes regionales.
Lea también (Gustavo Petro impulsa la paz total con tres mesas de negociación y un gabinete de paz)
"(...) sabe a quién pone en ciertos cargos. En algunos sitúa a personas muy verticales, pero en otros mete a gente equívoca. Por ejemplo, a Carlos Ramón González en el Departamento Administrativo de la Presidencia y ahora en la Dirección de Inteligencia; al señor Jaime Dussán, quien fue muy cercano de Samuel Moreno, en Colpensiones; al señor (Ricardo) Roa en Ecopetrol. O entrega entidades enteras a clanes regionales, un caso entre muchos: el del Banco Agrario y los Zuccardi", explicó.
Más allá de la administración, de Roux describe una faceta inquietante de la personalidad de Petro: su mesianismo. "Él se percibe a sí mismo como un ser de excepción, una suerte de elegido", comentó de Roux, quien cree que Petro considera las instituciones y leyes como obstáculos para su misión transformadora.
Respecto a la reelección, de Roux sostiene que Petro podría estar desmotivado por las tareas diarias de gobernar, aunque su deseo de ser un transformador excepcional podría prevalecer. "Los riesgos no son pequeños, porque se tiene al frente de la Presidencia a un obseso por quitarse la talanquera que son las instituciones", advirtió.
La actitud de Petro en la ONU, denunciando que el Estado no está cumpliendo el Acuerdo de Paz, fue calificada por de Roux como una estrategia para eludir responsabilidades. Según él, Petro se siente por encima del papel presidencial y actúa para promover su visión política.
"Es una coartada para eludir el hecho de que su gobierno, el responsable de ejecutar el Acuerdo, no ha cumplido sus obligaciones. Además, a Petro el vestido de presidente le queda chiquito", mencionó al respecto.
Esta mirada crítica de Carlos Vicente de Roux aporta una perspectiva sobre la administración de Gustavo Petro, subrayando los desafíos y riesgos que su estilo de liderazgo puede representar.
Otras noticias:
Etiquetas