Dos niñas y un adulto fueron asesinados en Tibú, Norte de Santander

La violencia sigue cobrando vidas en la subregión del Catatumbo, Norte de Santander. Este fin de semana, un ataque armado en la zona rural de Tibú dejó tres muertos, entre ellos dos menores de edad. El hecho se presentó en el corregimiento de San Martín de Loba, donde hombres armados atacaron a las víctimas, que fueron identificadas como Tatiana y Karen Guillin, dos hermanas provenientes del municipio de El Tarra. Además, un adulto fue asesinado en el mismo ataque.

Fuentes de la Policía confirmaron a EL TIEMPO que, tras el hecho, los cuerpos de las víctimas fueron trasladados a Cúcuta, capital de Norte de Santander, para su correspondiente identificación. Las primeras versiones señalan que las menores fueron víctimas de disparos por parte de los agresores, quienes aún no han sido identificados. El adulto asesinado también fue alcanzado por los disparos, aunque se desconocen detalles sobre su identidad.

La situación de orden público en el Catatumbo sigue siendo crítica. La región, que históricamente ha sido escenario de enfrentamientos entre grupos armados ilegales, como las disidencias de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), ha visto un recrudecimiento de la violencia desde principios de este año. Estos enfrentamientos han generado una creciente crisis humanitaria que afecta a las comunidades locales, especialmente en áreas rurales como Tibú.

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En este contexto, la violencia se ha intensificado, afectando principalmente a civiles que se ven atrapados en medio de los enfrentamientos. Según informes de medios locales como La Opinión, las hermanas Guillin provenían del municipio de El Tarra, un área también muy golpeada por los combates. La masacre de este fin de semana es solo el último episodio de una serie de ataques que han dejado víctimas en la región.

Las autoridades locales han expresado su preocupación por la creciente inseguridad en la zona, y se espera que en las próximas horas se realicen nuevas investigaciones para esclarecer los detalles del ataque. La Policía de Norte de Santander, por su parte, ha reiterado su compromiso con la seguridad de la región, aunque la falta de recursos y la presencia de grupos armados ilegales complican la situación.

El reciente ataque en Tibú ha puesto de nuevo en evidencia la difícil situación que enfrentan las comunidades del Catatumbo, donde la violencia no da tregua. Mientras tanto, las familias de las víctimas exigen justicia y una solución urgente a la crisis de seguridad que afecta a la región.

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