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Homicidios en Colombia han aumentado un 7,6% desde 2022
Un informe del Centro de Paz y Seguridad del Externado revela 40.663 asesinatos entre 2022 y 2025, la cifra más alta en más de una década. Las regiones Caribe y Nororiente presentan los incrementos más severos.
Colombia cierra los primeros tres años del gobierno de Gustavo Petro con un incremento del 7,6% en los homicidios, una tendencia que rompe las expectativas de reducción asociadas a la política de Paz Total. El Centro de Paz y Seguridad de la Universidad Externado reporta 40.663 asesinatos entre agosto de 2022 y agosto de 2025, la cifra más alta desde 2014 y 2.862 casos más que en el trienio anterior, bajo Iván Duque.
Las comparaciones históricas muestran que el promedio anual de muertes violentas ascendió a 13.554, por encima de los 12.598 casos por año en el gobierno Duque y los 12.215 del segundo mandato de Juan Manuel Santos. El periodo más crítico se registró entre agosto de 2024 y agosto de 2025, con 13.817 homicidios: un asesinato cada 39 minutos.
El deterioro es especialmente marcado en la Región Caribe, que pasó de 6.512 homicidios en el gobierno Duque a 9.382 durante Petro, un salto de 2.870 casos. Departamentos como Bolívar, Magdalena y Atlántico encabezan los incrementos más altos, impulsados por disputas criminales, rentas ilícitas y debilidad institucional.
Bolívar registró 870 homicidios adicionales; Magdalena, 811; y Atlántico, 803. Las tasas también alcanzaron niveles históricos: Atlántico llegó a 32,8 homicidios por cada 100.000 habitantes y Magdalena marcó 36,6.
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El Catatumbo figura como otro núcleo crítico. Norte de Santander sumó 141 homicidios más durante el periodo estudiado, con un crecimiento del 33,8% en el último año. Tibú, epicentro de confrontaciones entre ELN, disidencias y grupos ligados a economías ilícitas, pasó de 29 a 129 asesinatos, una tasa de 187,5 por cada 100.000 habitantes.
Mientras algunas zonas se agravan, otras presentan descensos significativos. Antioquia redujo los homicidios en 1.407 casos (−21,3%); Nariño, en 508 (−29,6%); y Córdoba, en 230 (−21,7%). Según el informe, estos avances responden a acciones institucionales y a desplazamientos del crimen hacia regiones más vulnerables.
El panorama urbano refleja dinámicas diversas. Bogotá, Cartagena, Santa Marta, Barranquilla, Soledad, Valledupar, Cúcuta y Villavicencio registraron aumentos, mientras que Cali, Medellín, Montería y Bello lograron reducciones. Las ciudades concentran cerca de un tercio de los homicidios del país.
La Región Centro Oriente acumuló 430 homicidios adicionales durante el gobierno Petro. Bogotá explica buena parte del incremento: pasó de 3.198 a 3.427 asesinatos, un repunte del 7,16 %. Solo en el último año reportado, la ciudad sumó 162 homicidios más, en un contexto de disputas entre organizaciones criminales y tensiones asociadas al microtráfico.
El informe alerta sobre una “meseta prolongada” en los niveles de violencia. Entre 2010 y 2024, la reducción promedio anual fue de apenas 0,2 puntos. De mantenerse esta tendencia, Colombia alcanzaría una tasa de 10 homicidios por cada 100.000 habitantes hacia 2080, lo que implicaría alrededor de 250.000 muertes adicionales en dos décadas.
Pese al aumento nacional, más de 300 municipios —en especial en Boyacá y Cundinamarca— no registraron homicidios en los últimos tres años. Para los investigadores, esta disparidad evidencia que el repunte está concentrado en territorios donde confluyen disputas armadas, violencia urbana reconfigurada y economías ilícitas en expansión.
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