Valentina Castro: la joven de Tumaco que estaría en el desfile de Victoria’s Secret 2025

En el cruce de la bruma del Pacífico y los primeros rayos del amanecer sobre el barrio Ciudadela de Tumaco, Valentina Castro Rojas hilvana aún recuerdos de una vida sencilla: su niñez al lado de su madre, peinando cabello afro, compartiendo risas con sus hermanas, aprendiendo desde niña que las manos pueden generar belleza.

Hasta hace poco, su mundo no iba más allá de esas calles húmedas y el murmullo de la comunidad.

Hoy, con apenas 18 años, Valentina despierta cada mañana en una cama que antes era un sueño: ha firmado para una prestigiosa agencia de modelos y ha desfilado para la élite de la moda en París, Corea del Sur e Italia.

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Y ahora, según rumores del mundo del modelaje, podría estar a punto de lograr algo aún más grande: un pase al desfile de Victoria’s Secret, una pasarela simbólica que ha consagrado íconos internacionales.

La historia de su descubrimiento tiene el aire de un relato mágico, aunque no exento de vértigo. Valentina compartía en sus redes sociales fotografías de peinados y trenzas que ella misma hacía, imagen tras imagen, sin pensar que allí estaba su carta de presentación para el mundo.

Fue un cazatalentos, Sebastián Bedoya, quien vio en esos retratos un potencial más allá del estilismo local y la contactó para explorar la posibilidad del modelaje.

Así nació una carrera que pocos habían anticipado para la joven del Pacífico colombiano.

Cuando le llegó la propuesta, los temores no tardaron en aparecer. La agencia que la contactó estaba en República Dominicana, y ella estaba sin experiencia internacional.

Su madre, quien vende productos por catálogo, la acompañó en aquellos primeros pasos con una mezcla de ilusión y recelo.

La travesía la llevaría a terrenos desconocidos: lanzar su primera pasarela en París, aprender a caminar con tacones, adaptarse a dietas y entrenamientos exigentes, incluso enfrentar los rigores de los vuelos intercontinentales y las diferencias culturales del ambiente del modelaje de alto nivel.

No fue fácil. En uno de esos vuelos europeos, la presión sobre su cuerpo cobró factura: sintió que no podía respirar, se desmayó y debió ser atendida en un hospital.

“Me estaba haciendo daño con esa dieta estricta”, confesó en una entrevista, añorando los platos simples y abundantes que solía compartir en su casa.

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Pero Valentina resistió. A los pocos meses de comenzar esa transformación, la agencia le ofreció debutar en la Semana de la Moda de París, en el desfile de otoño-invierno de la casa Louis Vuitton.

Allí, en el Museo de Orsay, caminó segunda en la pasarela, luciendo su cabello trenzado y una de las piezas centrales de la colección. Fue un momento de justicia simbólica para quien había hecho del cabello su refugio creativo.

Desde ese debut, su carrera no ha hecho más que expandirse. Ha participado en campañas para Louis Vuitton en Seúl e Isola Bella, y se ha consolidado como uno de los nombres emergentes más observados del panorama internacional.

Sin embargo, el rumor de su participación en Victoria’s Secret aún no ha sido confirmado por fuentes oficiales del desfile o de su agencia.

En redes sociales circulan publicaciones que la mencionan como la primera mujer colombiana de Tumaco en pisar esa pasarela —una versión que ha generado entusiasmo pero también cautela entre quienes conocen la delgada línea entre la expectativa mediática y la realidad contractual.

Para Valentina, esa posibilidad es más que una meta estética: simboliza el poder de una transformación que parte del barrio hacia el útero del glamour global. 

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