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Evidencian a empresarios venezolanos implicado en venta de Afinia bajo el mandato de exalcalde Daniel Quintero
Se amplía la denuncia de negocio por US$8 millones.
Una nueva oleada de acusaciones de corrupción ha sacudido la alcaldía de Medellín con el descubrimiento de un supuesto entramado corrupto durante el mandato de Daniel Quintero, centrado esta vez en la empresa de servicios públicos Afinia.
En rueda de prensa, el alcalde Federico Gutiérrez reveló detalles inquietantes sobre operaciones ilícitas que implican a empresarios venezolanos enriquecidos durante el chavismo y a figuras claves del gobierno local anterior.
La controversia comenzó cuando Gutiérrez divulgó un testimonio que alega que la gerencia de Afinia fue objeto de una negociación corrupta bajo la administración de Quintero, con un acuerdo que habría costado 8 millones de dólares.
El testimonio acusa directamente a Javier Lastra Fruscaldo, exconcejal de Bogotá, de liderar un esquema para manipular contratos de manera que beneficiara a ciertos actores y perjudicara la operatividad de la empresa.
El escándalo también implica a una serie de empresarios venezolanos, quienes presuntamente participaron en reuniones clave para orquestar la venta de la gerencia de Afinia.
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Estas reuniones tuvieron lugar en lugares emblemáticos de Medellín y Barranquilla, y contaron con la presencia de figuras vinculadas a escándalos de corrupción previos en Bogotá.
Los empresarios en cuestión, identificados por la prensa como Rafael Carrero Valentier, Eduardo Rodríguez Hernández (apodado 'Lalo'), y Juan Biord Pereda, se han establecido en Medellín tras acumular una considerable fortuna en Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez.
Posteriormente, ante la inestabilidad política en Venezuela, estos empresarios se trasladaron a Colombia, donde se han involucrado en numerosas operaciones empresariales y políticas.
Particularmente notable es la figura de Carrero, quien además de sus lazos políticos en Venezuela, posee intereses empresariales que incluyen la propiedad de equipos deportivos en Estados Unidos. Rodríguez, por su parte, acumuló fortuna a través de contratos con la petrolera estatal venezolana antes de su exilio a Colombia debido a la inestabilidad en su país natal.
Este entramado de corrupción no solo compromete a la gestión de Afinia, sino que se extiende a otros contratos públicos en Medellín, incluyendo el controvertido acuerdo con Canacol para el suministro de gas y la construcción de un gasoducto, negociaciones que involucraron enormes comisiones y que ahora son objeto de escrutinio por parte de la Fiscalía.
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