CNE de Honduras proclama a Nasry “Tito” Asfura como presidente electo

El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras proclamó este miércoles a Nasry Juan “Tito” Asfura Zablah como presidente electo para el periodo 2026-2030, luego de concluir un escrutinio especial que se prolongó por más de tres semanas y mantuvo al país en un clima de alta tensión política.

La autoridad electoral confirmó la victoria del candidato del Partido Nacional, quien obtuvo el 40,27% de los votos, superando por un estrecho margen a Salvador Nasralla, del Partido Liberal, que alcanzó el 39,39% de los sufragios.

Tras el anuncio oficial, Asfura reaccionó a través de sus redes sociales con un mensaje dirigido a la ciudadanía. “Honduras: estoy preparado para gobernar. No les voy a fallar”, escribió, mientras simpatizantes celebraban el resultado en su sede de campaña, en contraste con la inconformidad expresada por sectores opositores.

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La elección significó un revés para el partido gobernante Libertad y Refundación (Libre), de orientación progresista, cuya candidata se ubicó en el tercer lugar con cerca de una quinta parte de los votos. Con este resultado se cierra el mandato de la presidenta Xiomara Castro, elegida en 2021 con una agenda centrada en la lucha contra la corrupción y la reducción de la violencia, metas que, según analistas, no lograron consolidarse de manera sostenida.

La victoria de Asfura se inscribe además en una reciente ola de triunfos conservadores en América Latina, entre ellos la elección en Chile del derechista José Antonio Kast, un giro interpretado por expertos como una señal de desgaste de varios gobiernos de izquierda que llegaron al poder con promesas de reformas profundas.

El proceso de escrutinio estuvo marcado por detenciones, denuncias cruzadas y fallas en el sistema de transmisión de resultados. El último de estos paros se extendió durante tres días y fue atribuido a problemas en la plataforma digital operada por la empresa colombiana Grupo ASD. Según consejeras del CNE, la compañía interrumpió la divulgación de datos alegando labores de mantenimiento, pese a que el sistema debía operar de forma continua, lo que generó cuestionamientos sobre la seguridad tecnológica del proceso electoral.

De acuerdo con el informe del CNE, se contabilizaron 16.178 actas correctas y 2.749 que debieron ser verificadas por presentar errores de digitación, discrepancias numéricas, sumas incorrectas o incidentes reportados por las Juntas Receptoras de Votos.

Las actas no transmitidas el día de las elecciones ingresaron mediante procedimientos de contingencia, mientras que aquellas con anomalías estructurales pasaron al escrutinio especial. Estas mesas replicaron el funcionamiento de las juntas electorales, con registro manual y vigilancia permanente a través de cámaras en los centros habilitados.

El conteo se extendió hasta finalizar todas las revisiones, incluidas las del voto en el exterior. Según la Ley Electoral, el CNE tiene plazo hasta el 30 de diciembre para emitir la declaratoria definitiva, la cual deberá ser publicada en el diario oficial La Gaceta.

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