Día de la Virgen de Guadalupe: entre peregrinaciones, multitudes, machete y gas pimienta

Una vez más, miles de peregrinos se congregaron en la Basílica de Guadalupe para rendir homenaje a la Virgen en su día, el 12 de diciembre. Entre ellos se encontraban José Luis Rojas y Jorge Serrano, quienes emprendieron su camino desde Puebla cargando no solo una imagen de la Virgen como muestra de fe, sino también un machete y gas pimienta como medida de protección ante los riesgos del trayecto.

Un peregrinaje marcado por la fe y la precaución

La travesía de José Luis comenzó el domingo por la mañana y culminó el miércoles por la tarde. A lo largo del camino, enfrentó el cansancio, el intenso sol y el desgaste físico, pero mantuvo intacta su devoción. Con 30 años de experiencia en este recorrido, asegura haber vivido varios incidentes, como asaltos durante el trayecto, razón por la cual decidió portar herramientas de defensa personal.

En 2019, antes de la pandemia, José Luis fue víctima de un robo en una zona montañosa de Santiago Xalitzintla. Relató que dos hombres lo despojaron de dinero, un teléfono móvil y una alforja con ropa y artículos de higiene. Desde entonces, toma precauciones adicionales y prefiere viajar acompañado por amigos o familiares. A pesar de los contratiempos, su fe en la Virgen lo impulsa a seguir realizando este esfuerzo cada año.

Una travesía de apoyo y dificultades

Durante el camino, José Luis encontró apoyo de desconocidos que le ofrecieron comida o algunas monedas. Sin embargo, también enfrentó momentos difíciles que ilustran los riesgos de los peregrinos. Equipado con un machete y gas pimienta, asegura que estas herramientas son necesarias debido a la inseguridad en ciertos tramos del recorrido.

Con un espíritu inquebrantable, llegó a la entrada del templo cargando una imagen de la Virgen de 12 kilos, montada en un soporte tubular diseñado por él mismo. En el mismo dispositivo, transportaba cobijas, un bastón y un pequeño botiquín con vendas, analgésicos, alcohol, hilo y agujas, preparado para cualquier eventualidad.

Una multitud unida por la fe

Al igual que José Luis, miles de creyentes llegaron a la Calzada de los Misterios formando un flujo constante hacia la Plaza Mariana. Algunos caminaron durante días, mientras que otros se trasladaron en bicicleta o a caballo. En la explanada, se observaba a grupos instalando casas de campaña y descansando después del arduo viaje.

Conforme avanzaba la tarde, la zona se llenó de actividad. Familias repartían alimentos, bebidas y rosarios como parte de sus promesas a la Virgen. La venta de veladoras y otros artículos religiosos también se intensificó, reflejando el fervor de los asistentes.

En esta ocasión, más de 11.5 millones de personas acudieron a celebrar a la Virgen de Guadalupe, conocida como la "Morenita del Tepeyac". Este evento, que representa una de las manifestaciones religiosas más significativas del país, resalta no solo la profunda devoción de los peregrinos, sino también los desafíos que enfrentan en su camino hacia la Basílica.

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