Periodista asesinado había revelado que delincuentes habían pedido a Oxxo y Femsa bases de datos de empleados

El periodista Julio César Almanza, quien se desempeñaba como presidente de la Federación de Cámaras de Comercio (Fenaco), fue asesinado en circunstancias violentas en Matamoros, Tamaulipas, México.

Este suceso ocurrió poco después de que revelara en una entrevista con el medio Elefante Blanco que grupos delictivos habían demandado a Femsa, la corporación detrás de Oxxo y Oxxo Gas, la entrega de la base de datos de los empleados y las gasolinerías.

Los hechos precedentes a su asesinato incluyen una serie de extorsiones y demandas por parte del crimen organizado que afectaron directamente a las operaciones de Oxxo en Nuevo Laredo, Tamaulipas. 

Según Almanza, estas acciones delictivas llevaron al cierre de 191 sucursales de Oxxo y siete de Oxxo Gas en la región, medida adoptada para salvaguardar la seguridad de sus trabajadores ante la falta de condiciones seguras.

El asesinato de Almanza se llevó a cabo por individuos armados en las proximidades de la Canaco, cerca de una tienda Oxxo en la colonia Bella Vista. 

Lea también (Tras elecciones en Venezuela secuestros y desaparición de manifestantes) 

La elección de este lugar y el momento del crimen sugieren una posible conexión con las revelaciones hechas por el empresario sobre las presiones y amenazas recibidas por parte del crimen organizado.

Un día antes de su fatal desenlace, Almanza había expuesto que además de la solicitud de información personal y oficial de los empleados, la cadena había sido objeto de extorsiones. 

La Secretaría de Seguridad de Tamaulipas, ante esta problemática, había recomendado a la cadena implementar su propia seguridad interna, un consejo que subraya la gravedad de la situación de seguridad pública en la zona.

La información obtenida por Elefante Blanco y otros medios como El Universal  evidencian que el crimen organizado no solo buscaba obtener dinero a través del cobro de piso sino también comprometer la integridad de los trabajadores al exigir datos sensibles, lo que supone un riesgo directo a la privacidad y seguridad del personal de Femsa.

Otras noticias: