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César Julio Valencia Copete declina asumir como ministro de Justicia
Gobierno queda sin titular definitivo en la cartera.
El jurista chocoano César Julio Valencia Copete, expresidente de la Corte Suprema de Justicia, comunicó su decisión de no aceptar el ofrecimiento del presidente Gustavo Petro para ocupar el cargo de ministro de Justicia, en reemplazo de Eduardo Montealegre.
La negativa fue conocida cuando el Gobierno ya tenía redactado el decreto de nombramiento y se disponía a oficializarlo.
La cartera continúa sin una dirección fija, en medio de un panorama institucional marcado por tensiones y falta de estabilidad.
La postulación de Valencia Copete había sido anunciada por el presidente el 13 de noviembre.
En ese momento, Petro declaró que el exmagistrado asumiría el Ministerio "en honor a los magistrados perseguidos", en alusión a su trayectoria judicial y, en particular, a su protagonismo en uno de los episodios más tensos entre el poder Ejecutivo y las altas cortes.
En 2008, siendo presidente de la Corte Suprema, denunció públicamente que el entonces presidente Álvaro Uribe lo había contactado para preguntar por procesos judiciales relacionados con la parapolítica.
Fuentes vinculadas al Ministerio de Justicia indicaron que, aunque el Gobierno dio por hecho el nombramiento, el propio Valencia Copete comunicó en las últimas horas su decisión de no aceptar el cargo.
De ese modo, se descarta su llegada a un Ministerio que ha atravesado por una inestabilidad notoria desde el inicio de esta administración.
Con la declinación del exmagistrado, se mantiene como ministro encargado Augusto Ocampo, actual secretario jurídico de la Presidencia, quien ejerce funciones a pesar de una incapacidad médica en curso.
La cartera, por tanto, permanece sin titular designado de manera formal en un contexto de alta tensión institucional.
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La relación entre el Ejecutivo y las cortes se ha caracterizado por episodios de confrontación, particularmente en discusiones sobre la separación de poderes y la reforma a la justicia.
El relevo en el Ministerio se produjo luego de la renuncia del exfiscal Eduardo Montealegre, quien se retiró argumentando razones personales.
En su carta de dimisión, Montealegre manifestó que pretendía dedicar sus esfuerzos a evitar una eventual absolución judicial del expresidente Álvaro Uribe, a quien calificó como "criminal de guerra", expresión que generó reacciones inmediatas desde distintos sectores del país.
La salida de Montealegre también coincidió con la filtración del borrador de un proyecto de ley promovido por el Ejecutivo, que proponía la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.
Este documento, que no fue oficializado, encendió una nueva polémica política e institucional, en medio de una serie de disputas entre Montealegre y otros miembros del Gobierno, entre ellos el entonces ministro del Interior, Armando Benedetti, y el procurador general, Gregorio Eljach.
Con tres ministros de Justicia anteriores y un encargado con limitaciones médicas, la cartera enfrenta una situación de vacío prolongado que obstaculiza decisiones clave.
En menos de dos años, la entidad ha experimentado cambios abruptos en su dirección, episodios de enfrentamiento con órganos de control y tensiones con la rama judicial, lo cual ha dificultado la continuidad de los programas de política criminal, acceso a la justicia y reformas pendientes.
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