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Renuncia de Daniel Quintero: diputado vincula escándalo de su hermano con su salida
Diputado Peláez: “Los Quintero Calle son peores que los Moreno Rojas”.

La decisión de Daniel Quintero Calle de retirarse de la contienda presidencial ha reactivado cuestionamientos sobre el rol de su entorno familiar en la política antioqueña.
Las declaraciones del diputado de la Asamblea de Antioquia, Luis Peláez, han sido claves en el desarrollo de esta controversia, al vincular la salida del exalcalde de Medellín con un escándalo que comprometería directamente a su hermano, Miguel Quintero Calle.
El diputado Peláez reiteró sus denuncias sobre lo que considera una estructura de poder familiar que operó de manera paralela en la administración pública de Medellín.
Según sus afirmaciones, los hermanos Quintero Calle no solo comparten lazos consanguíneos, sino también intereses empresariales, al ser, según él, socios fundadores de la firma tecnológica Intrasoft, compañía que ha sido objeto de escrutinio en la región.
Peláez sostuvo que Miguel Quintero habría ejercido una influencia relevante durante la administración de Daniel Quintero en la Alcaldía de Medellín, pese a no tener un cargo público formalmente visible.
Esta situación, de acuerdo con el diputado, se habría dado a través de una red de relaciones con figuras que han transitado entre diferentes administraciones y entidades del nivel regional, como Álvaro Villada, antiguo funcionario en la gestión de Luis Pérez, y Sebastián Ortega, hijo del dirigente político de Bello, William Ortega.
Una investigación emitida por Noticias Caracol documentó estas conexiones, poniendo en evidencia la participación de Miguel Quintero en decisiones administrativas y financieras dentro del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, particularmente tras el nombramiento de Villada como subdirector financiero.
La pieza periodística también expuso la cercanía entre Quintero y otros actores políticos locales, lo que daría lugar, según críticos, a la existencia de una red clientelista extendida en el territorio antioqueño.
Uno de los aspectos más cuestionados por el diputado Peláez es el crecimiento patrimonial de Miguel Quintero. Según sus declaraciones, existiría una diferencia significativa entre los ingresos reportados por este y los activos que ha acumulado.
En su intervención, Peláez aseguró que Miguel Quintero habría liderado una campaña política en condiciones de austeridad, con un gasto declarado de 12.000 millones de pesos, pero que hoy en día estaría en posesión de bienes cuyo valor podría oscilar entre los 3.000 y 4.000 millones de pesos.
Ante esta situación, Peláez lanzó un llamado público al exalcalde de Medellín para que haga públicas las declaraciones de renta de su hermano y de otros miembros de su familia, en aras de garantizar la transparencia.
“Una persona con un salario de cinco millones de pesos no puede, en cuatro años, registrar un patrimonio de cuatro mil millones. Eso no cuadra por ningún lado. Que presenten las declaraciones”, afirmó.
En ese contexto, el diputado indicó que la dimisión de Quintero como aspirante presidencial no estaría motivada por falta de garantías democráticas —como ha manifestado el propio exmandatario local—, sino por la inminente exposición de los hechos que involucran a su círculo cercano.
“Yo creo que la renuncia de Daniel no tiene que ver con garantías, sino con que se le destapó el escándalo de su hermano”, expresó Peláez.
El señalamiento ha provocado nuevas discusiones sobre la relación entre el ejercicio del poder y las estructuras familiares en la política regional.
Aunque Daniel Quintero no ha respondido de manera directa a estas acusaciones, su retiro de la carrera presidencial ocurre en paralelo al incremento del debate público sobre el uso de influencias, los vínculos empresariales y la falta de rendición de cuentas en entornos de poder local.
Los señalamientos de Peláez, quien ha sido una figura crítica de la administración de Quintero desde sus inicios, también evocan comparaciones con otros casos de corrupción en la política nacional.
En una frase que ha sido reiterada desde hace años, el diputado sostuvo que “los Quintero Calle son peores que los Moreno Rojas en Bogotá”, en alusión al escándalo de corrupción que implicó a los hermanos Samuel e Iván Moreno en la capital del país.
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