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Hombre que denunció por lavado de activos a esposo de presentadora Laura Acuña fue asesinado

Historia del misterioso crimen de Carlos Arnulfo Peña Gaviria quien denunció a Rodrigo Kling por presuntas actividades al margen de la ley. Kling asegura que no conoce a Peña, que sus negocios son lícitos y que está disponible para explicar si las autoridades lo requieren.

Por Norbey Quevedo |

El jueves 13 de junio del año pasado, diez días después de que Carlos Arnulfo Peña Gaviria denunciara ante la Fiscalía, por el presunto delito de lavado de activos a Rodrigo Kling Burgalia, esposo de la reconocida presentadora Laura Acuña, fue asesinado.

Fue una noche de horror para los habitantes del sector de Colina Campestre, al norte de Bogotá.  Hacia las 8:30 de la noche, varias motocicletas llegaron hasta la carrera 55 con calle 152 b. En un puesto de comida rápida estaba Peña Gaviria junto a una mujer y una niña de siete años. Los sicarios le descargaron todo el proveedor.

Gritos, llanto y una mujer que pedía auxilio. De inmediato, lo trasladaron en un taxi hasta la Clínica Colina a pocas cuadras del lugar. Médicamente no había mucho por hacer, las heridas de bala fueron fatales.

A las 9:20 de la noche el hombre murió, según el registro de defunción 9460 firmado por Carlos Granados, médico forense del Instituto Nacional de Medicina Legal.

El asunto quedó registrado como uno de los múltiples crímenes que a diario se cometen en la capital de la República y las primeras versiones de las autoridades indicaron que se trataba de un aparente ajuste de cuentas por temas de narcotráfico.

 

COLLAGE DE IMÁGENES DEL LEVANTAMIENTO

Así lo indicó el coronel de la Policía Metropolitana de Bogotá, Jairo Merchán, “Se trataba de un hombre de 30 años natural de Barranquilla que se encontraba en esta ciudad y lo que manifiestan es que es un comerciante, ganadero. Nuestras unidades de policía judicial están en la investigación y en la recolección de los elementos materiales probatorios”, indicó el oficial, mientras el Cuerpo Técnico de la Fiscalía, CTI, acordonaba el lugar y recogía las primeras evidencias del crimen.

A pesar del episodio cinematográfico que sacudió a la capital, la indagación de su muerte terminó en un anaquel de la Fiscalía. Solo hasta el pasado 7 de febrero se le asignó fiscal y con un rotulo de “intervención tardía”, en la Dirección Seccional de Bogotá iniciaron, después de ocho meses, los actos urgentes que permitan esclarecer la muerte del joven ganadero Peña Gaviria.

Sin embargo, según registros en poder de la Agencia de Periodismo Investigativo, API, las pesquisas no avanzan mucho. Como tampoco evoluciona la denuncia que había formulado Carlos Arnulfo una semana antes de su muerte.

“Vengo a denunciar a este señor que porque cree que tiene poder me va a intimidar. Yo le hice unos trabajos a este señor Rodrigo Kling Buraglia, se conoce de personas que lavan dinero y cuyas actividades la realizan de frente a toda la sociedad y las autoridades, pero que por tratarse de gente de dinero, afamada, de la farándula criolla y de la alta sociedad, nunca son castigadas”. De esta manera, inició el relato Carlos Arnulfo ante la Fiscalía.

En seguida entregó detalles del número de celular, la ubicación de la vivienda en La Calera, Cundinamarca y uno de los supuestos negocios de Kling, según Peña, las armas de fuego.

 

FACSIMIL DE LA DENUNCIA CON MARCA API

“En esta fastuosa casa el señor Kling tiene armas de diversos calibres ya que entre otros de sus negocios consiste en conseguirle armas sofisticadas y exclusivas a sus “socios”, de los cuales hablaremos más adelante, con las cuales los descresta como pistolas 9mm, subametalladoras”, le contó Peña a la Fiscalía, y agregó que este las traía de contrabando y luego las negociaba obteniendo grandes ganancias.

En su relato, el denunciante se preguntó , “¿cómo ha sobrevivido este personaje a tantos y tan peligrosos patrones?”. 

No obstante, él mismo respondió a su interrogante asegurando que su poder se decantaba en sus muy buenas relaciones sociales y en sus inversiones estratégicas en el mundo de las joyerías, exportación de esmeraldas, bares y restaurantes.

Pero estos no fueron los únicos hechos que detalló el denunciante antes de su muerte. En el escrito, hizo referencia a un vuelo realizado en junio de 2011 por Rodrigo Kling y Laura Acuña, en el avión N93CW de propiedad de Gabriel Ricardo Morales Fallón.

No es la primera vez que el nombre de Gabriel Morales Fallón sale a relucir en un documento judicial. En el año 2003, ingresó a la lupa de las autoridades, por una millonaria y cuestionada importación de vehículos Skoda. 

Tal vez, la mayor revelación la hizo la desaparecida revista Cambio en el año 2007.  En esta se señaló que Morales Fallón conocido por ser un supuesto hombre de negocios y gerente de la comercializadora Autocheco Ltda, era alias Rimax o Ricardo, un “alto ejecutivo” en Bogotá de la organización del narcotraficante Juan Carlos Abadía, alias “chupeta”.

 

FACSIMIL DE RADICADO CON DENUNCIA POR LAVADO DE ACTIVOS

Defunción
 

Años más tarde, el nombre de Morales Fallón salió a relucir en el debate de Interbolsa que lideró el entonces congresista Simón Gaviria.

Desde entonces no se volvió a tener noticias suyas hasta el año 2013 cuando un viaje en la misma aeronave que según Carlos Arturo Peña realizó Kling y Acuña, sacudió las esferas del poder, la política y de otra Laura. 

Se trata del episodio que vivió ese año Laura Chinchilla. La entonces presidente de Costa Rica quien quedó con un pie afuera del mandato, luego de conocerse que había viajado a un matrimonio en Perú, en el avión privado de Morales Fallón, señalado por los medios locales de ese país como un presunto narcotraficante. 

Precisamente en la denuncia que presentó Carlos Arnulfo, señaló que en ese mismo avión privado han viajado otros reconocidos personajes. “El exministro de agricultura Andrés Fernández y Juan Pablo Ortíz exjefe de aduanas que fue ex compañero de colegio de Morales”.

Pero ahí no finalizó la denuncia. Peña quien indicó haber trabajado para Kling afirmó que este, “ha lavado dinero mediante una modalidad muy conocida. Kling entrega dinero en Estados Unidos a personas socias de la empresa Teosecomoty SAS y está le entrega pesos en Colombia, disfrazando esos egresos como pagos de asesorías”.

 

FOTOGRAFIA DE LAURA CHINCHILLA Y GABRIEL MORALES FALLON

Esta Agencia revisó los registros públicos de la Cámara de Comercio de Bogotá y no aparece ninguna compañía registrada con ese nombre.

El denunciante fue más allá. Además de pedirle al fiscal que verificara los años 2016, 2017 y 2018, Peña Gaviria entregó todos los datos de contacto y ubicación de Kling, así como información de bienes, sociedades propias y de su núcleo familiar. De igual forma se puso a disposición de las autoridades con sus datos personales, para ampliar la denuncia si así lo consideraba la Fiscalía.

Desde entonces el proceso está activo y Rodrigo Kling tiene la calidad de indiciado frente a un fiscal especializado de la Unidad de Lavado de Activos.

En cuanto a la indagación por el homicidio de Carlos Arnulfo Peña Gaviria está solo le fue asignada a un fiscal hasta el pasado siete de febrero. Este funcionario   tendrá la misión de esclarecer quien y porqué ordenó la muerte de un joven ganadero.

Rodrigo Kling se dedica desde hace varios años a negocios en el ámbito de la joyería. De familia canadiense, se conoció en el año 2007 con la reconocida presentadora de televisión Laura Acuña, en el evento de inauguración de una de las joyerías Bauer, patrimonio familiar. Contrajeron nupcias en Miami en el año 2010 y actualmente tienen dos hijos.

Tiene vinculación en cuatro compañías registradas en la Cámara de Comercio de Bogotá en condición de representante legal o suplente del gerente. En el ámbito internacional apareció relacionado en Panamá, como presidente de la sociedad KT Stones S.A. compañías dedicadas especialmente a la comercialización de piedras preciosas. Es frecuente viajero internacional.

Rodrigo Kling junto con su abogado Abelardo de la Espriella, respondió los interrogantes de la Agencia de Periodismo Investigativo, API, y descartó cualquier vinculación con los señalamientos que hizo a la Fiscalía el denunciante asesinado Carlos Arnulfo Peña Gaviria.

Al respecto, el abogado aseguró que Kling no conoce a Peña y que se enteró de su muerte a través de esta publicación. “El señor Kling ha sido desde siempre un empresario respetable y un hombre de bien y cualquier cosa que tenga que aclarar cuando la autoridad lo requiera ahí estará. El no tiene ningún problema. En absoluto ha sido requerido por la Fiscalía. Esa es una denuncia anónima y por lo tanto tendrá que ser archivada”, explicó el penalista.

En cuanto al caso de los vínculos y el vuelo en el avión de Gabriel Morales Fallón, reconoció que efectivamente si viajó, que este era un asunto de público conocimiento, frente al cual se entregaron las  explicaciones en su momento y recalcó que Morales no tiene problema alguno con la justicia en el país. Finalmente precisó que hace muchos años Kling no tiene contacto con Morales Fallón.

ESCRIBANOS
 

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