Evitan circulación de toneladas de licor adulterado

La Fiscalía General de la Nación puso al descubierto una organización delincuencial que estaría dedicada a la falsificación de licores a gran escala. Así, evitó la comercialización de varias toneladas de sustancias toxicas y peligrosas para la salud y la vida de los colombianos.

Las sustancias que serían comercializadas durante la celebraciones de diciembre, también dejó 11 presuntos integrantes de la red judicializados. Además, en medio de las diligencias fueron incautadas más de 20 toneladas de insumos sólidos y líquidos.

Entre las sustancias encontradas por las autoridades se encontró alcohol, esencias y producto terminado con la apariencia de whisky, aguardiente, ron y vino, entre otras bebidas.

Cabe resaltar que la judicialización se logró tras el trabajo articulado de investigadores del CTI con apoyo del Ejército Nacional, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA), y de peritos especializados de las licoreras de Cundinamarca y Antioquia, y de reconocidas marcas internacionales.

Por medio de 21 diligencias de registro y allanamiento en Bogotá, Soacha (Cundinamarca) y Mariquita (Tolima), se encontraron cerca de $40’000.000 en efectivo, un vehículo y una máquina utilizada para fabricar los stickers, láminas, adhesivos y estampillas de las distintas compañías fabricantes.

Por su parte, los 10 presuntos integrantes de la red responsable de esta actividad ilícita fueron capturados, mientras que uno más de los señalados articuladores se entregó al conocer el requerimiento en su contra. Contra los implicados se imputaron los delitos de:

• Corrupción de alimentos
• Productos médicos o material profiláctico
• Usurpación de derechos de propiedad industrial
• Concierto para delinquir.

Mientras los cargos fueron aceptados por todos los procesados, se conoció que a través de múltiples actividades investigativas como interceptación de comunicaciones, vigilancias, compras selectivas en labores de verificación, y análisis fisicoquímicos, entre otras, permitieron identificar a cada uno de los supuestos integrantes de la organización delincuencial, establecer sus roles y detectar que había comunicación constante entre ellos.

Así las cosas, los siguientes serían los principales articuladores:

1. Uriel Hernández Torres y Siervo Elí Castillo Sanabria, supuestos proveedores del alcohol y otros insumos para la falsificación de las bebidas
2. Los señalados comercializadores del licor adulterado tendrían establecimientos de comercio en el sur de Bogotá, en los que, supuestamente, se fabricaba, envasaba y ofrecía el producto.

Se conoció, así mismo, que este licor se comercializaba en bares de la zona de tolerancia y en el sector de entretenimiento nocturno de la Avenida Primero de Mayo, en Bogotá. En algunas oportunidades era enviado, por encargo, a otras ciudades. Incluso, se ubicó un aparente centro de producción ilícita en Mariquita (Tolima).

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