Crisis en la frontera: transporte y aduanas en Norte de Santander sufren semiparálisis

La preocupación crece en el sector transporte y aduanero de Norte de Santander debido a la semiparálisis que se vive en este punto fronterizo desde el pasado fin de semana. La crisis social y política en Venezuela, intensificada por las recientes elecciones presidenciales, ha provocado una disminución en las operaciones comerciales binacionales, las cuales habían mostrado una recuperación progresiva desde la apertura de los puentes internacionales en septiembre de 2022.

Sandra Inés Guzmán, presidenta de la Federación de Agentes Logísticos en Comercio Internacional (Fitac) capítulo Cúcuta, explicó en una entrevista con RCN Radio que la situación comenzó a deteriorarse el jueves previo a las elecciones en Venezuela.

Según Guzmán, el gobierno venezolano impidió la entrada de un número importante de vehículos cargados a Táchira, a pesar de haber prometido el ingreso durante el fin de semana del 27 y 28 de julio. Sin embargo, la frontera se cerró de manera imprevista, exacerbando la incertidumbre y desconfianza entre los agentes logísticos de ambos países.

"Este tipo de acciones nos lleva otra vez a tener desconfianza, en no saber qué hacer en medio de esta incertidumbre," señaló Guzmán. Actualmente, no hay operaciones normales debido a la falta de garantías de seguridad para la carga, los vehículos y los conductores, afectando gravemente el sector aduanero en la zona fronteriza.

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La líder gremial hizo un llamado urgente para resolver esta crisis y mantener el proceso de reactivación económica que se ha venido desarrollando durante los últimos dos años y medio. La situación podría agravarse aún más debido a una posible crisis diplomática derivada del no reconocimiento de la victoria de Nicolás Maduro, lo cual podría llevar a una suspensión de las relaciones binacionales, afectando diversos sectores.

El transporte de carga ha sido uno de los sectores más afectados, con una reducción del 80% debido a la disminución en el tránsito de personas y las amenazas de colectivos armados en los municipios fronterizos del Estado Táchira. La preocupación en la región es palpable, ante la posibilidad de que los fenómenos de violencia se intensifiquen y afecten aún más la economía local.

La gobernación de Norte de Santander ha respondido activando un puesto de mando unificado para realizar una vigilancia extrema en la frontera, debido a la presencia de grupos armados con operaciones delictivas a ambos lados de la frontera. 

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