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“Me ofrecieron $2 millones para matarlo”: sicario relató atentado fallido contra periodista Gustavo Chicangana
El pistolero confesó que se le trabó el revólver.

La Fiscalía General de la Nación reveló ante un juez de control de garantías el testimonio de Wilmer Alexander Perea Babativa, un joven de 21 años, señalado como el autor material de un atentado armado contra el periodista Gustavo Chicangana, corresponsal de Caracol Radio en el departamento del Guaviare.
En audiencia de imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento, el ente acusador presentó apartes de un interrogatorio en el que Perea relata cómo fue contactado, contratado y finalmente ejecutó —aunque sin éxito fatal— el ataque armado contra el comunicador.
Según la diligencia judicial, Perea Babativa fue abordado por un individuo conocido bajo el alias de "El Vago", quien le ofreció una suma de dos millones de pesos a cambio de asesinar a quien denominaban “el duro”.
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En el interrogatorio, el procesado relató que el contacto se produjo tres días antes del ataque, cuando fue interceptado por “El Vago”, quien le habría insinuado verbalmente y con gestos que se requería ejecutar una “vuelta”.
Aunque al principio creyó que se trataba de una broma, posteriormente fue llevado hasta una residencia donde le mostraron un arma de fuego y los proyectiles que utilizaría.
De acuerdo con su testimonio, al momento de recibir el arma, “El Vago” le indicó que ya no había forma de retractarse, pues conocía el arma y se había comprometido con la operación.
Asimismo, afirmó que su interlocutor ya había adelantado labores de seguimiento y vigilancia sobre Chicangana, incluso señalándole de manera directa la vivienda del periodista como el sitio donde debía realizarse el atentado.
El día del ataque, que ocurrió el sábado 5 de julio hacia las 8:00 p. m. en San José del Guaviare, Perea relató que fue recogido nuevamente por “El Vago”, quien portaba el arma y lo condujo hasta las inmediaciones del domicilio de la víctima.
En ese momento, Perea observó que el periodista no se encontraba solo, sino acompañado por una mujer —luego confirmada como su esposa— mientras intentaban sacar una motocicleta. Ante la escena, el agresor decidió avanzar algunos metros, pero luego se devolvió, se acercó a la víctima y disparó.
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En su versión, el arma falló en los dos primeros intentos. Asegura que el revólver “se encascara”, es decir, presentó un problema mecánico que impidió su funcionamiento.
Luego, tras una manipulación directa del mecanismo, disparó nuevamente.
Según su relato, los primeros impactos hicieron que la víctima cayera al suelo. Afirmó que Chicangana intentó reaccionar llevándose la mano a la cintura, momento en el que efectuó otros dos disparos.
Después de la agresión, emprendió la huida en dirección al parque central, en busca de “El Vago”, quien supuestamente debía recogerlo. Sin embargo, al llegar al punto acordado, no encontró al sujeto.
Aseguró que unos minutos después lo divisó sobre una motocicleta, y al intentar alcanzarlo, el hombre se alejó intencionalmente.
Fue entonces cuando el agresor intentó dispararle con las municiones restantes, pero nuevamente el arma presentó fallas. Tras esto, emprendió la huida por su cuenta, desplazándose en taxi hacia otro sector de la ciudad.
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Durante la audiencia, la Fiscalía reveló que la víctima sobrevivió al ataque a pesar de haber recibido tres impactos de bala: uno en el tórax, uno en el cuello y otro en el hombro.
El periodista se encontraba en compañía de su esposa al momento del atentado, y ambos lograron pedir ayuda a las autoridades. Chicangana fue trasladado de inmediato a un centro médico donde recibió atención especializada.
El comunicador ya había reportado amenazas en su contra en meses anteriores. En particular, su nombre figuró en un panfleto firmado por un grupo armado ilegal que se autodenomina Renacer ERPAC.
Este grupo, con actividades vinculadas al narcotráfico, lo habría identificado como objetivo, lo que derivó en la apertura de una investigación por parte de organismos de seguridad del Estado.
Chicangana había perdido en varias ocasiones su esquema de protección, situación que había sido advertida por organizaciones defensoras de la libertad de prensa.
Perea Babativa no aceptó los cargos formulados por la Fiscalía, pese a la existencia del interrogatorio y las pruebas materiales recaudadas.
La entidad judicial solicitó medida de aseguramiento intramural contra el procesado, mientras continúa la investigación para establecer plenamente la responsabilidad penal y las circunstancias que rodearon el ataque.
La identificación de alias “El Vago” y su paradero sigue siendo materia de investigación. La Fiscalía no descarta que existan otros autores intelectuales detrás de la orden de ejecución, dado que el ataque habría estado precedido de labores de seguimiento y conocimiento detallado de la rutina del periodista.
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