Bhasha Mukherjee, es la actual señorita Inglaterra. Obtuvo el cetro y la corona como la mujer más bella de ese país, justo días antes de graduarse como médica de la Universidad de Nottingham, una institución pública del Reino Unido especializada en investigación que cuenta con más de 45.500 estudiantes y 7.000 empleados.
A mediados de marzo, la pandemia de Covid-19 empezaba a hacer estragos en Europa. De hecho, para el 12 de marzo, Italia empezó a seguirle los pasos a China, con 15.000 personas contagiadas, mil decesos y el anuncio de un confinamiento obligatorio en gran parte del país.
Por su parte, España, bordeaba los 3.000 contagios y los decesos habían llegado a 89. Lo mismo sucedía en otros países como Alemania, Suiza, Países Bajos y Suecia.
Ese día, el primer ministro de su país, Boris Johnson, realizó un anuncio que le cambió los planes a la casi recién elegida reina y modelo, quien decidió cambiar el cetro y las pasarelas por el estetoscopio en el Pilgrim Hospital, en Boston, Lincolnshire, ubicado a 115 millas de Londres.
“Debo sincerarme con ustedes, con el público británico; muchas más familias van a perder a sus seres queridos antes de tiempo. Esta es la peor crisis de salud pública en una generación”, puntualizó el mandatario.
Pero mientras el país esperaba el anuncio de la cuarentena obligatoria, el mandatario enumeró las medidas que adoptaría. No cerraría las escuelas, el confinamiento solo sería obligatorio para las personas mayores de 70 años, no cancelaría eventos masivos, ni mucho menos las aglomeraciones.
Tampoco se realizarían pruebas a todo el mundo si no solo a aquellas que presentaran síntomas graves. Acompañado por sus asesores médicos y científicos, afirmó que el país le apostaría a la denominada, “inmunidad de rebaño o colectiva”.
Cómo lo explico Johnattan García, miembro del grupo de Epidemiologia de la Facultad de Medicina, de la Universidad de Los Andes, “es el efecto que se produce cuando un individuo indefenso ante un patógeno es toreado por una cantidad importante de individuos inmunes al mismo patógeno, proporcionándole protección indirecta. A mayor cantidad de población inmune, más difícil es que una persona susceptible entre el contacto con alguien infectado”.
Es decir, el gobierno le apostaba a un contagio masivo que generara anticuerpos y que permitirá realizar una “barrera epidemiológica humana”. Esta decisión criticada por la comunidad científica e incluso por la revista médica The Lancet, cuyo editor se mostró asombrado por que no se tomaron medidas agresivas de distanciamiento social.
Con los polémicos anuncios del gobierno del Reino Unido, sumado al bloqueo que sufrió en su país de nacimiento, India, en donde el aislamiento la sorprendió mientras realizaba trabajo humanitario derivado de su reinado, decidió colgar la banda de señorita Inglaterra, guardar la corona y el cetro, desempolvar sus instrumentos médicos y retomar sus actividades asistenciales en el Servicio Nacional de Salud, NHS, sistema de salud británico.
Mukherjee quien representó a Inglaterra en Miss Mundo, es internista especialista en medicina respiratoria. Apenas despuntó abril estaba devuelta en el NHS. Pero en solo dos semanas la epidemia había puesto contra las cuerdas al Reino Unido. Pues como lo advirtió el famoso epidemiológo Anthony Fauci, “Usted no hace el cronograma, el coronavirus hace el cronograma”.
Desde el primer caso reportado en el Reino Unido, el pasado 31 de enero a hoy, el pais pasó a ocupar el séptimo lugar en número de contagios con 79.874 y a pocos días de alcanzar y superar a China pero en casos detectados porque en decesos ya es el cuarto de la lista, con 9.875 fallecimientos.
Esto aunado a que el pasado 27 de marzo Boris Johnson dio positivo al test de Covid-19 y diez días después fue ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI del St Thomas Hospital, de donde ya salió.
Justamente, en esos mismos días la reina, modelo y doctora Mukjergee inició una petición en el sitio Change.org. En una carta dirigida al primer ministro Johnson, solicitó que el personal sanitario obtuviera un 50% de descuento en el valor de la vivienda dentro del hospital.
“Soy una médica que regresó a trabajar al Pilgrim Hospital, Boston, Lincolnshire, después de haber tenido una pausa en mi carrera. Por este hecho, tengo que mudarme 80 millas de mi casa”, indicó la señorita Inglaterra 2019.
En la misma solicitud manifestó que anteriormente trabajaba en ese hospital y vivía en una casa compartida con un alquiler de £85 (libras esterlinas), alrededor de 400.000 pesos colombianos, por semana.
“La casa era espaciosa, la limpiaban mensualmente las personas encargadas de estos oficios y quedaba a poca distancia de mi trabajo. La factura mensual era de £340, un precio asequible”, unos 1.600.000 pesos colombianos, indicó la doctora.
“Ahora con Covid-19, arriesgando potencialmente a mis compañeros de casa, que no son médicos y a los demás integrantes de la comunidad. Por eso es necesario adoptar por un alojamiento dentro del hospital, que es un mínimo de £605 (2.879.800, en pesos colombianos) para los médicos de mi grado salarial”, Continuó en su petición.
Para la reina y médica que desde hace unos días está en la primera línea de batalla en contra del Covid-19 en el hospital NHS, es inconcebible que en esta emergencia sanitaria que golpea al mundo, los médicos de esa institución asistencial deban pagar tan elevada suma por alojarse en el hospital y así reducir el riesgo de contagio a personal no sanitario. Por lo tanto inició esta petición y está recogiendo firmas para que ésta se reduzca a la mitad.
“Esto es el doble del precio de mercado para una habitación pequeña con una cama individual e incómoda. No hablo solo por mi, si no también por todo el personal médico que se ve obligado a elegir ese tipo de alojamiento”, manifestó la facultativa.
Para Bhasha Mukherjee es inexplicable que se cobren estos precios elevados en una población rural como Lincolnshire, “solo para que podamos poner en riesgo nuestras vidas todos los días, pero ser responsable y no poner en riesgo las de los demás”.