Los líos por el manejo de los combustibles no parecen terminar en la Fuerza Aérea Colombiana, FAC. A la imputación de cargos a 17 funcionarios y exfuncionarios de esa entidad por parte de la Fiscalía por el hurto continuado de gasolina valorado en $3.000 millones, se suma un extraño caso cuando la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, Dian, le donó miles de galones de Acpm y gasolina.
Un dosier de la FAC en poder de la Agencia de Periodismo Investigativo, API, suscrito por el coronel Alexander García, comandante del Comando Aéreo de Combate #3 y dirigido al general Ramses Rueda Rueda, evidencia lo ocurrido con aquella donación de la que muchos prefieren no recordar al interior de la entidad y otros obtuvieron millonarios beneficios.
Todo comenzó cuando el teniente Darwin Colmenares Delgado responsable de la inspección, siguiendo la orden impartida por el coronel Carlos Balcázar García, quien se desempeñaba como segundo comandante y jefe del Estado Mayor Cacom-3, llegó hasta el denominado Almacén Misceláneos de esa unidad.
En seguida, la asistente administrativa le informó que a través de 17 resoluciones la Dian había realizado una generosa donación de combustible. Sin embargo, le advirtió que únicamente se había registrado el ingreso de ocho por presuntos problemas documentales de las demás.
La funcionaria le aseguró al teniente que el combustible donado estaba en la estación de servicio Los Jose en Riohacha y otro tanto en una estación de servicio en el departamento de Norte de Santander, listo para transportar.
Una donación registrada en diecisiete resoluciones que se expidieron entre el 18 de enero y el 12 de septiembre de 2016. En estas se le entregó a la FAC 46.425 galones de Acpm y 39.343 galones de gasolina.
Gran parte del combustible donado el Comando Aéreo de Combate # 3 se lo entregó a la estación de servicio Los José SAS con el propósito de “custodia y manejo del combustible”, pese a ello, la inspección no encontró ningún soporte legal que fundamentara dicho mandato.
Otro informe interno evidenció que el combustible se entregó a través de vales firmados por el comandante del grupo de apoyo logístico, pero estos carecían de la firma del funcionario que lo recibió. Con otro detalle, tampoco se realizaron reportes trimestrales sobre la donación de combustible a la Jefatura Logística Conjunta CGFM. A ello se suma, que en la estación de servicio de Riohacha se tanquearon vehículos que no hacen parte del parque automotor de la FAC.
Pero esto no fue lo único que se evidenció. En múltiples vales que se usaron para soportar la salida del combustible donado, se registraron vehículos de personas que aseguraron eran de la Armada Nacional. Por ejemplo, una camioneta Volkswagen Amarok a la que supuestamente la tranquearon con gasolina a pesar de que el motor de ese vehículo funciona con diésel.
También se registró la entrega a la base Radar La Flor en La Guajira de 43.352 galones de Acpm, “al solicitar informe al encargado de manejar el consumo de combustible de ese radar, informa que solo se han recibido de esa estación 15.415 galones”.
A pesar de que esa donación de la Dian superaba los $300 millones, contablemente se registró lo correspondiente a ocho resoluciones por $195 millones, a pesar de que el combustible si fue entregado.
De hecho, otra auditoría realizada certificó que el grupo de apoyo logístico del Cacom-3 no realizó un adecuado procedimiento de recepción y administración de los bienes donados por la Dian. Incluso no se encontraron las actas de entrega de las resoluciones, tampoco existía un soporte legal de suministro para la administración de dicho combustible a las estaciones de servicio en Riohacha y en Norte de Santander.
En conclusión, un primer informe se indicó que únicamente se pudo realizar la verificación documental, pues no se permitió la inspección física del mismo.
Pero el negocio con el manejo de las donaciones de combustible entre oficiales y particulares se siguió enredando. Luego de ese informe, a mediados de 2017 se abrió un proceso disciplinario al Coronel Dario Fernando Rey Baquero por el manejo de la gasolina y Acpm donados y por el presunto incumplimiento de órdenes y directrices impartidas.
No obstante, meses después empezaron a aparecer supuestas novedades que no fueron incorporaron antes de iniciar la indagación disciplinaria. Por ejemplo, el 29 de diciembre de 2017, en un oficio dirigido a la mayor Ana Cristina López del Grupo de Apoyo Logístico de la FAC, fue enterada de presuntas novedades del combustible donado por la Dian en resoluciones 4038, 4118 y 4207.
De la primera resolución aseguraron que se entregaron 3.730 galones de Acpm y 6.300 galones de gasolina. Esta fue recibida en la estación de servicio Los Trapiches. Pero que como el combustible fue transportado en un carro tanque con capacidad de 3.000 galones, quedaron más de cien galones sin recibir de Acpm y 2.100 de gasolina.
En cuanto a las resoluciones 4207 y 4118 aseguraron que se recibieron 3.602 galones de Acpm y 10.518 de gasolina. Según ese nuevo informe el combustible tenía novedades. “Se pudo evidenciar que la gasolina está contaminada con agua, razón por la cual se inició el proceso de drenaje, completando a la fecha 1336 galones de gasolina contaminados con agua”.
Pero otra cosa aseguraron el teniente Pedro Díaz Villa y el técnico segundo Luis Gabriel Bejarano, quienes en un oficio con membrete de la estación de servicio Sabana de los Trapiches expidieron una certificación dirigida al coronel investigado.
En la misiva indicaron que en la resolución de la Dian 00438 del 3 de junio de 2016 se hizo entrega de 3.739 galones de Acpm y 3.000 galones de gasolina el 9 de diciembre de 2017.
“El viaje salió el día 13 de diciembre de 2017 con sus respectivas pruebas de agua sin ninguna novedad”. En la misma carta también indicaron que ni la Dian ni la estación de servicio se hacían responsables de la calidad del producto, “ya que el combustible estuvo mucho tiempo almacenado”.
Allí no finalizaron las inconsistencias de la gasolina donada por la Dian. Un año después, el comandante de apoyo logística informó de otra novedad. En este nuevo oficio se reveló que en primer trimestre de 2017 y tras el cambio de comandante, se inició la verificación de cuentas y saldos de las resoluciones de la Dian mediante las cuales se hizo una donación considerable de Acpm y gasolina a la FAC.
En la visita que realizaron a la estación de servicio Los José en Riohacha, Ismael Bolívar su propietario indicó a los funcionarios de la FAC que únicamente quedaban 3.200 galones de gasolina corriente, “en mal estado y en condiciones no óptimas para servicio de los automotores de la unidad”.
Luego del cruce de facturas entre la FAC y la estación de servicio el propietario les indicó que la entidad le debía 5.168 galones de Acpm, “los cuales fueron entregados a vehículos prestadores de servicio de Cacom3 y demás automotores ordenado por el señor teniente coronel Darío Rey Baquero y de lo cual es materia de investigación”.
En este informe se manifiesta que la cantidad de Acpm que se entregó superó a la donada por la Dian y por lo tanto el propietario de la estación de servicio solicitaba su devolución.
“El acercamiento para reclamar el combustible que todavía estaría en propiedad de la estación de servicio Los José, se considera inoportuno e imprudente, ya que la comunicación con los propietarios de la bomba no se encuentra en buenas condiciones”, indicó la mayor Ana Cristina López en su informe.
Al interior de la Fuerza Aérea Colombiana, FAC, un oficial aseguró a esta Agencia que, “en este desfalco de combustible hubo amenazas de muerte, traslados y algunas sanciones administrativas pero los verdaderos responsables continúan en la institución sin que nada les pase”.
Por ahora, son 17 los implicados en el mercado negro del combustible en la FAC, una lucrativa actividad ilícita poco advertida en donde si se revisan a fondo otros casos pendientes, se podrán evidenciar más oficiales y partuculares que por ahora han pasado desapercibidos.